Bautizos y confirmaciones repuntaron en 2023 mientras que las Comuniones marcaron mínimo
Confirmación masiva en mayo de 2023 en la Catedral de Santa María
Durante el año pasado se rompió la tendencia creciente de matrimonios tras la pandemia
Con motivo de la celebración hace unas semanas del Día de la Iglesia Diocesana 2024, la Diócesis de Ciudad Rodrigo hizo público el balance de su actividad celebrativa, pastoral, educativa, misionera, cultural, caritativa y asistencial durante el año anterior, 2023. El apartado más relevante es el de la actividad celebrativa, es decir, los datos referentes a la impartición de los principales sacramentos: Bautizo, Confirmación, Primera Comunión y Matrimonio.
En esta ocasión, hubo disparidad: mientras que los bautizos y confirmaciones crecieron en 2023 respecto a 2022, las primeras comuniones y los matrimonios descendieron. En lo que respecta a los bautizos, en 2023 hubo un total de 124 en el territorio diocesano frente a los 110 del año anterior, continuando la línea ascendente desde la pandemia (hubo 47 en 2020 y 103 en 2021), aunque sin llegar todavía a las cifras de años previos (141 en 2019 y 143 en 2018).
Mientras, en lo que se refiere a las confirmaciones, recibieron el sacramento 77 personas, lo que supone 9 más que el año anterior, aunque se trata del que más fluctúa: lo recibieron 76 personas en 2018, 104 en 2019, 79 en 2020 y 39 en 2021.
En torno a las primeras comuniones, en 2023 hubo un notable bajón, pasando de 105 en 2022 a 66 al año siguiente, siendo el mínimo de los datos de los últimos años, y por ende, muy posiblemente ‘de la historia’, o lo que es lo mismo, de las últimas décadas viendo la progresiva pérdida poblacional del territorio diocesano (hasta ahora el mínimo eran las 75 de 2021, en plena pandemia; mientras que el dato más alto de estos últimos años fueron las 143 de 2018, quedando ya lejísimos por ejemplo las 251 del año 2010).
Por último, en lo que respecta a los matrimonios, hubo un total de 24 enlaces en el territorio diocesano, interrumpiéndose el progresivo crecimiento tras la pandemia: 7 en 2020, 14 en 2021 y 30 en 2022 (en el año previo a la pandemia, 2019, hubo 37). Obviamente, los datos están muy alejados de los datos de lustros previos, como los 77 matrimonios del año 2016 o los 137 del año 2010.
Respecto a la actividad pastoral de la Diócesis, el balance de 2023 arroja un total de 51 sacerdotes (uno más que el año anterior) para atender 121 parroquias; 77 religiosos y religiosas (2 más que el año anterior), con 30 monjas de clausura (2 más) repartidas por 3 monasterios (el de las Carmelitas de Ciudad Rodrigo, el del Zarzoso y el de las Agustinas de San Felices de los Gallegos).
En lo que respecta a los catequistas, en 2023 se contó con un total de 95 (5 menos que el año previo); mientras que en el Seminario Menor hubo 13 chavales, los mismos que en 2022. Además, se tiene contabilizados a 39 misioneros de la Diócesis repartidos por el mundo, 10 más que en el balance del año anterior.
En materia caritativa y asistencial, la Diócesis atendió en 2023 a 2.333 personas en un total de 17 centros, destacando los 3 para ‘mitigar la pobreza’, donde se atendió a 948 personas. En los dos centros para promover el trabajo se ayudó a 358 personas; en un único centro de rehabilitación para drogodependientes, a 131; en otro centro de asistencia a emigrantes o refugiados, a 210; en un centro de menores y jóvenes, a 234; y en las 9 casas/residencias para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad, a 452.
En este bloque se incluye asimismo que Cáritas contó en 2023 con 54 voluntarios (atendiendo a 507 personas en total); y la Delegación de Manos Unidas, con 20. Además, constan 413 personas atendidas, o beneficiarios directos e indirectos de proyectos de cooperación al desarrollo en el mundo.
El balance diocesano del año 2023 se completa con la actividad cultural, donde se enumeran 4 bienes inmuebles de interés cultural, y 6 proyectos de construcción y rehabilitación; y con la actividad educativa, con 263 alumnos matriculados (16 menos que el curso anterior) en los dos centros católicos concertados existentes en ese momento: el Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa y el Seminario Diocesano San Cayetano, que sumaban 6 trabajadores y 25 docentes.