La historia de Juan Diego: "La gente mira hacia atrás cuando nos ven, a otro lado, no nos preguntan cómo estamos o no nos lanzan una sonrisa"

Juan Diego, con 37 años y natural de Extremadura, lleva más de cinco acudiendo a Espacio Abierto, enfrentando la pobreza, la depresión y problemas de salud mental. A pesar de las dificultades, ha encontrado un apoyo fundamental en este servicio de Cáritas Salamanca, una organización que le ha brindado la oportunidad de mejorar su vida y que en lo que va de año ha atendido a 468 personas.

"Mi situación de pobreza y depresión me llevaron hasta aquí", nos cuenta. Su vida cambió drásticamente por una serie de circunstancias personales y tras salir de prisión, a pesar de contar con una pensión mínima que apenas cubre sus necesidades, la falta de estabilidad emocional y sus problemas de salud hacen que sea casi imposible para él mantener un empleo.

"Con una pensión como la mía no se puede hacer mucho, pagar la pensión donde duermo por las noches. Lo que pago por mi pensión es lo único que me permite sobrevivir. Por las noches sufro ataques de epilepsia o tengo episodios de enfermedad mental, unido a mi pasado me resulta casi imposible conseguir trabajo", explica a este medio de comunicación.

Desde 2019, Espacio Abierto ha sido un pilar en su vida. "Son un apoyo fundamental. Nos atienden muy bien", asegura. Esta organización no solo le ofrece refugio y alimento, sino también la posibilidad de mantener una mínima higiene y acceder a ropa y otras necesidades básicas. "Básicamente, entre limpieza, aseo, ropa, zapatos y maletas, lo que nos dan nos permite seguir adelante. Aquí no solo nos dan lo necesario, sino que también dan esperanza”.

Uno de los temas que más le duele a Juan Diego es la falta de empatía que, según él, existe en la sociedad hacia las personas en situación de calle. "La gente mira, pero no ve, Se tienen que fiar más de las necesidades de la gente que estamos en la calle", comenta. "La gente mira hacia atrás cuando nos ven, a otro lado, no nos preguntan como estamos o no nos lanzan una sonrisa". En su opinión, las personas en situación de calle son muchas veces ignoradas o vistas con prejuicio.

A pesar de las dificultades, Juan Diego mantiene la esperanza. "Mi deseo de futuro es salir de la calle y conseguir un trabajo", expresa con firmeza. Aunque el camino es incierto y lleno de obstáculos, confía en que, con el tiempo y el apoyo adecuado, podrá superar su situación.