"La magia de la radio sigue intacta"

Radio Salamanca, la emisora de la Cadena SER en la capital charra, está de fiesta. Cumple 90 años, nueve décadas con distintas voces para todo tipo de programas destinados a la audiencia de esta ciudad. Y, por supuesto, merece la felicitiación de SALAMANCArtv AL DÍA, justo en este martes en el que el Teatro Liceo acogerá a las 20:00 horas un destacado evento para celebrar este particular cumpleaños.

Por eso, he compartido charla para hablar de este entrañable medio con un buen colega, también amigo desde el siglo pasado, y al que muchos salmantinos y salmantinas escuchan cada mañana su relato divertido, irónico, descarado, original y, en ocasiones, hasta gamberro, de la actualidad local. Esta es la entrevista con Ricardo Montilla, director de contenidos de Radio Salamanca (SER).

Radio Salamanca (SER) cumple 90 años, ha acompañado a varias generaciones de salmantinos, ¿de que manera se está celebrando?

En la antena con momentos especiales, recordando las voces y los momentos que marcaron época; hace apenas unas semanas con programas especiales coincidiendo con el 100 aniversario de la Cadena SER y este 5 de noviembre con la Gran Gala del Teatro Liceo con Juan Carlos Ortega y muchas sorpresas.

¿Cómo ha sido su recorrido en estas nueve décadas?

Arrancando en 1934 podemos hacernos a la idea de una carrera de fondo sorteando obstáculos pero sin esquivar realidades. Apostando en cada momento por la cercanía con la audiencia y contando con profesionales que han sido recordados generación tras generación. Viviendo con intensidad los instantes clave de Salamanca y su provincia durante dos siglos diferentes.

¿Quiénes fueron los protagonistas de esta trayectoria, qué nombres propios se pueden destacar?

Tengo la sensación de que cometería tremenda injusticia si dejara en un par o tres nombres el enorme abanico de voces y talentos que ha cobijado esta emisora. Desde las compañías teatrales a locutoras de perfecta dicción, de maestros de la palabra a conductores deportivos apasionados; pero me quedaría muy corto porque la radio me ha demostrado que suelen ser los que no toman el micrófono los grandes protagonistas de que la radio siga adelante.

El medio radiofónico se ha adaptado muy bien a los cambios de los tiempos, a los avances tecnológicos. ¿Cuál es la explicación?

Creo que la necesidad se ha hecho virtud. Y hablo de la necesidad del oyente de seguir teniendo la credibilidad e inmediatez del medio, con el objetivo prioritario de la propia radio de seguir manteniendo una audiencia con muchos más estímulos externos.

Entonces, ¿se mantiene la esencia de la comunicación radiofónica en la actualidad, de la conexión entre el locutor y el oyente?

Absolutamente. Los más románticos temían que la llegada de las nuevas tecnologías romperían la “magia” de la radio, y han certificado que el ADN sigue intacto y se ha sacado brillo a las posibilidades que dan los nuevos tiempos.

No obstante, las emisoras locales cada vez disponen de menos tiempo para sus contenidos. ¿Cuál es el motivo?

Desde la privilegiada posición de estar en la emisora que cree, apuesta y potencia la radio cercana, con tramos desde las 07:20 de la mañana, pasando por el mediodía, la sobremesa y la tarde, reivindico la necesidad y validez de lo “local” como eje vertebrador de cadenas de ámbito estatal. El oyente, ahora también usuario, demanda, en un mundo global, información directa de su particular mundo cercano.

Los jóvenes son más de podcast, que de radio en directo. ¿Esto complica de alguna manera la viabilidad de las emisoras, a pesar de que son también productoras de este tipo de formatos?

El joven sigue una evolución en su acercamiento al universo de la radio y cada vez son más quienes entienden los “Podcast” como un primer paso para “reclutar” futuros oyentes de radio. El target preferido por los anunciantes sigue siendo consumidor masivo de radio y el audio bajo consumo ha experimentado un crecimiento extraordinario. Soy optimista.

Y ya para terminar ¿Cómo te imaginas la radio del futuro?

Una radio permeable, como una esponja, a todo el flujo de oportunidades que la enriquezca y hermética a quien vacile desvirtuarla. La imagino destilando inteligencia humana; esa que la ha traído hasta nuestros días, 90 años después.