Los alcaldes de La Fregeneda, Ahigal de los Aceiteros, La Bouza y del pueblo anfitrión estamparon su rúbrica en el documento junto con las del presidente y vicepresidente de la Cámara de Figueira
Los municipios españoles que conforman la frontera hispano-lusa, a través del río Águeda, reafirmaron ayer jueves en Sobradillo los lazos que mantienen con los pueblos vecinos de Portugal mediante una nueva firma del tratado de 1864, acuerdo por el que España y Portugal sellaron de forma definitiva los límites de sus territorios.
En esta ocasión, la firma del Tratado de Fronteras, popularmente conocido como 'Las Mugas', llegaba al lado español tras el turno de alternancia entre ambos países. Pasadas las 13.00 horas, el alcalde de Sobradillo, José María González, recibía en el edificio de la Casa Consistorial al presidente y vicepresidente de la Cámara de Figueira de Castelo Rodrigo, Carlos Manuel Martins Condesso y Alfeu Miguel Ferreira Nascimento, respectivamente, así como a los alcaldes de La Bouza, Narciso Reyes; a Óscar Sánchez, alcalde de Ahigal de los Aceiteros; y a Manuel Alonso, alcalde de La Fregeneda.
Una vez todos reunidos, el alcalde de Sobradillo ejercía de anfitrión dando a todos la bienvenida, para proceder a continuación a la firma de documentos y dar así cumplimiento a lo preceptuado por el artículo 25 del Tratado de Límites con Portugal de 29 de septiembre de 1864, y el párrafo 3º del artículo 8º del anexo número 1 de 4 de noviembre de 1866, corroborando de este modo, junto a sus respectivos secretarios municipales, que la frontera permanece como hace 160 años.
El objeto de este encuentro, que viene celebrándose desde hace más de siglo y medio, trata de "asegurar la permanencia de las mugas o marcos que señalan la Línea Internacional y adoptar las providencias que estimaren necesarias para la conservación de las mugas colocadas, la reposición de las destruidas y el castigo de los delincuentes", como señala el BOP en su edición del 19 de agosto de 1922, un mandamiento que hoy, además de hacer preceptivo un trámite administrativo, sirve de perfecta excusa para reivindicar la unión de dos países más que para fijar los límites internacionales que impone el río Águeda en este caso, además del arroyo Turones en La Bouza, municipio este de la comarca de Ciudad Rodrigo.
El carácter simbólico de este encuentro y el saludo entre munícipes no deja de ser una manera más de aproximar y estrechar lazos entre pueblos vecinos, aunque pertenecientes a distintos estados, unas relaciones que a lo largo de los últimos años, independientemente del color político de los munícipes de uno y otro lado, han servido para impulsar y apoyar iniciativas comunes y mostrar similares reivindicaciones, pues ambos lados comparten problemáticas similares como son la despoblación y la escasez de recursos.
Cabe señalar que la frontera norte, entre el reino de León y el reino de Portugal, en lo que respecta al curso del Duero, ha permanecido inalterable desde el siglo X, sin embargo la frontera con Figueira estuvo en disputa hasta los conflictos de la época de Fernando IV. De hecho, el foral portugués fue dictado por el rey Alfonso IX de León, motivo por el que el escudo de Figueira de Castelo Rodrigo está presidido por la imagen de un león en referencia al monarca que levantó la fortaleza en el siglo XIII y con la que, un siglo más tarde, se haría el rey Don Dinís 'El Edificador', para pasar a ser controlado por Portugal, posesiones que ratificaría posteriormente el Tratado de Alcañices con el Águeda como frontera natural.
Promoción de la Casa del Parque Arribes
El acto de la 'firma de Mugas' fue aprovechado también por el alcalde de Sobradillo para mostrar al presidente y vicepresidente de la Cámara de Figueira las posibilidades de la Casa del Parque Arribes ‘Torreón de Sobradillo’ como aula didáctica a partir de que los territorios de ambos lados pertenecen a la Reserva de la Biosfera 'Meseta Ibérica'.
Hay que recordar que la Casa del Parque Natural Arribes en Sobradillo ofrece un auténtico repaso a los distintos ecosistemas que componen el Parque Natural de mayor extensión de Castilla y León con 106.000 hectáreas. La torre del homenaje es uno de los dos edificios que componen la Casa el Parque en su vertiente salmantina. Esta edificación, del siglo XIV, se encuentra dividida en varias plantas, ofreciendo en cada una de ellas, mediante maquetas y fotografías, la diversidad natural de este espacio protegido, tanto en flora como en fauna, aspecto este último en el que llama la atención la representación de algunos de sus animales más característicos y singulares y que han sido realizados a escala.