La ruta, encabezada por la Policía Local y cerrada por la Guardia Civil, fue puntualísima
La recuperada Concentración Mototurística de Ciudad Rodrigo tuvo en la noche del sábado una de las citas más emblemáticas de todos los eventos moteros celebrados en la ciudad, tanto con el formato de Concentración como con cualquier otro (como la Kedada motera de 2017 o el Día del Motero de 2019): la ruta con bengalas por las calles mirobrigenses.
Pese a que hacía 5 años que no tenía lugar (desde aquella cita de 2019), este retorno de la ruta con bengalas fue muy concurrido, tomando parte 200 vehículos, superando así los 175 que hubo en la ruta de la última Concentración como tal en 2018 (y los 90 que participaron en la de aquel Día del Motero). Obviamente, la mayoría de los vehículos fueron motos de todo tipo (moto arriba, moto abajo, un total de 192), acompañadas por 8 quads y un buggy.
Encabezadas por un vehículo de la Policía Local y otro de la organización, la ruta se puso en marcha puntualísima en el exterior del Pabellón Eladio Jiménez, recorriendo la calle García Lorca, Tres Columnas, Avenida de Salamanca, Avenida de Portugal, Tenerías, Avenida de La Concha, calle Iberia, Avenida Conde de Foxá, Glorieta del Árbol Gordo, Avenida de España, Avenida de Yurramendi, Cardenal Pacheco, Plaza Mayor, Rúa del Sol, Glorieta del Árbol Gordo, Santa Clara, Hermanos García Carrafa y Avenida de Arcachon para retornar al Pabellón.
Favorecido por una meteorología muy agradable, numerosísimo público salió a las calles a ver y a saludar a los moteros y a sus acompañantes (en buena parte de las monturas había dos viajeros), aprovechando muchos de ellos para intentar verlos dos veces, por ejemplo en la Glorieta del Árbol Gordo. La larga comitiva, cerrada por un vehículo de la Guardia Civil, tardó en pasar por cada punto unos 4 minutos y medio.
Hay que apuntar que Miróbriga Pitmotard, uno de los dos clubes promotores de la Concentración (el otro es Farinato Riders), retransmitió la ruta en directo en su perfil de Instagram. Una vez completado el recorrido, los moteros, y todo aquel que quiso, puso pasarse por el Pabellón Eladio Jiménez para disfrutar de una nueva velada musical con una discomóvil.