Paloma Pájaro, un cartel en el jardín de la alegría

Tiene Paloma Pájaro los colores intensos de una de sus obras, el discurso valiente, la sonrisa plena y el vuelo de sus alas, las de una trayectoria artística llena de investigación, hallazgos, incursiones en la gestión cultural, en la dedicación plena a un trabajo de caballete, pinceles sobre madera, tan intelectualmente potente como pleno de modernidad. Una artista ahora dedicada al pensamiento filosófico. Una filósofa que ha llenado de colorido el cartel de la fiesta, entrega gozosa a lo tradicional.

Charo Alonso: Paloma, en tu cartel sigues el modelo anterior de Amable Diego centrado en la imagen de la Virgen, lo que no era algo muy común antes...

Paloma Pájaro: Así es, de un tiempo a esta parte me he convertido en una decidida defensora de las tradiciones y cuando se trata de reivindicar los fundamentos católicos de nuestra sociedad, casi me convierto en un agente de la provocación, en un agitador social (risas). No soy una persona creyente, pero afortunadamente nunca he caído en las tonterías del anticlericalismo. En otras bobadas sí he caído, pero no en esa. El anticlericalismo en nuestros días es un anacronismo groserísimo y una necedad. Podía haberme centrado en otros contenidos del folclore salmantino, todos ellos deliciosos, pero había que darle todo el protagonismo a Santa María de la Vega, la patrona de Salamanca… Esa idea la tuve clara desde el primer momento, del mismo modo que no dudé en colocar a San Juan de Sahagún como figura principal del cartel de las fiestas de junio.

Ch.A.: El color rosa es toda una novedad. ¿Cómo pensaste que debía ser el elemento más original del cartel?

P.P.: No fue una decisión premeditada. Una está aplicando los colores sobre la tabla, primero las flores, luego la Virgen con el Niño y cuando toca componer el fondo para arropar todo el conjunto, una sabe con certeza que tiene que ser rosa. No hay más.

Ch.A.: ¿Cómo se lee tu cartel? ¿Una invitación alegre a la fiesta? ¿Una visión optimista de estos tiempos? ¿Recuperación de la vida, las flores, la alegría?

P.P.: Un poco todo eso, pero sobre todo una llamada de atención sobre la importancia que tienen las tradiciones religiosas en la configuración de nuestra realidad presente… Una especie de amable invitación a reflexionar críticamente sobre de dónde venimos, por qué somos como somos y adónde vamos. Y luego ya sí, vida, flores, alegría y fiesta.

Carmen Borrego: Estos carteles son muy diferentes a tu obra artística y se nota que te has divertido pintándolos.

P.P.: La verdad es que esta temática no es nueva en mí, la he trabajado siempre, aunque la mantenía separada de la obra que presentaba en los circuitos del arte contemporáneo. Yo ya estoy fuera de esos circuitos, de manera que en esta ocasión quise recuperar la idea de que el pintor puede poner su oficio al servicio de la institución que le hace el encargo, sin mayores pretensiones.

Ch.A.: Estás muy centrada en tu trabajo filosófico, tus libros, tu canal de YouTube, ¿responde a la necesidad del artista de hablar del entorno en el que vive o es independiente a tu trabajo como pintora?

P.P.: Ahora mismo esa faceta funciona al margen de mi trabajo como pintora. Aparqué los pinceles en 2018 para emprender una defensa razonada de España y esa tarea absorbe absolutamente todo mi interés y todo mi tiempo. Hoy por hoy, no hay nada más perentorio e importante para mí que analizar los fenómenos políticos y sociales de nuestro tiempo, porque no son buenos tiempos. Por eso mismo hay que trabajar con más determinación que nunca.

Ch.A.: ¿No extrañas tu tarea artística?

P.P.: No, no percibo con nostalgia ese periodo de mi vida. Yo empecé a pintar desde muy niña y dejé de hacerlo con 39 años… ya hice ahí lo que tenía que hacer. Ahora se ha abierto una nueva etapa. Además, aunque quisiera volver a pintar, ya no tengo taller. Pinté a Santa María de la Vega sobre la mesa de la cocina de mi madre y aquello fue un desgobierno indecente… No es prudente volver a trabajar en esas condiciones.

Ch.A.: Regresamos al cartel: ¿Qué se siente cuando la ciudad se llena de tu trabajo? ¿Cómo piensas pasar estas Ferias y Fiestas de Salamanca?

P.P.: A mí me llena de orgullo poner mi oficio como pintora al servicio de mis paisanos y de todo aquel que se anime a visitarnos en estos días festivos. A la segunda pregunta respondo diciendo que yo no soy muy jaranera, pero que ver los fuegos artificiales desde lo alto del Teso de la Feria, metiéndome en los jardines del Parador, eso no me lo quita nadie… menudo estruendo, qué alboroto tan tremendo. Una maravilla.

Texto: Charo Alonso y Carmen Borrego. Fotos: Carmen Borrego