Martes, 24 de diciembre de 2024
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Las peñas y Francisco Domínguez, con un cercano pregón, dan el pistoletazo de salida a las fiestas de Vilvestre
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Las peñas y Francisco Domínguez, con un cercano pregón, dan el pistoletazo de salida a las fiestas de Vilvestre

Actualizado 22/08/2024 13:36

Las peñas animaron un divertido desfile y el pregonero animó a todos a disfrutar de las fiestas

Las peñas de Vilvestre volvían a llenar de humor el inicio de las Fiestas del Toro con un desfile de lo más divertido, imaginativo y participativo, pues ni más ni menos que se registraron un total de 21 grupos con representaciones cada cual más divertida, un momento que daría paso al pregón de Francisco Domínguez Hernández, natural de la localidad.

Pero antes, el alcalde de la localidad, Juan Ángel Gorjón, se dirigió a los vecinos para desearles "que paseis unos fantasticos días de fiesta, alegría y diversion en compañía de amigos, familiares y conocidos, siempre con responsabilidad y moderación con los demas", para finalizar con ¡vivas! a Vilvestre, san Sebastian y las Fiestas del Toro, para dar paso a la interveción del pregonero.

Francisco Domínguez agradeció al Ayuntamiento su designación como pregonero y en su intervención animó a todos los asistentes a disfrutar de las actividades y eventos organizados por el Ayuntamiento para los próximos días. A lo largo de su alocución realizó un repaso a la historia cercana de Vilvestre, a recuerdos de su niñez, a cómo se cuidaba el toro en el 'prao' para las fiestas y se cerraba la plaza con carros; a los quintos... También tuvo un recuerdo para el que fuera alcalde y maestro de la localidad, Casimiro Hernández, fallecido meses atrás. Recordó el concierto de Manolo Escobar a beneficio de la residencia o los lugares de baño antes de la construcción de las piscinas, la recuperación de la casa de los Frailes y mencionó a algunos de los atractivos que tiene Vilvestre, la evolución que ha experimentado la ganadería y la agricultura y otros sectores económicos (pregón íntegro más abajo).

A la finalización del pregón, el alcalde y el concejal Diego Vacas hicieron entrega al pregonero de una placa en recuerdo de este día y de un jamón.

En cuanto al concurso de peñas por su presentación, el primer premio fue para la peña Don Nadie, el segundo para El Trillo y el tercero para la peña JB. Además, todas las peñas infantiles participantes recibieron premio.

Realizada la entrega de premios, también del campeonato de fútbol sala, el alcalde dio la palabra al concejal de Fiestas, Francisco José Gorjón Pascua "por todo lo que se lo ha currado y lo que se involucra con todos vosotros". En su breve intervención, el concejal de Fiestas agradecíó la "participación" y la colaboración, deseando a todos unas fiestas inmejorables porque "están hechas con mucho trabajo", para finalizar con "¡viva Vilvestre!".

Finalizados los actos protocolarios tendría lugar la tradicional cena de comienzo de fiestas, a la que seguiría la fiesta de manos de la charanga La Escala 2.0.

Para mañana jueves el programa festivo continúa con la fiesta de quintos, rotura de cántaros y baile de la rosca, además de una capea nocturna, animada por una disco-móvil, pasadas las 24:00 horas.

Pregón íntegro de Francisco Domínguez

Ciudadanos de la muy noble villa de Vilvestre, buenas noches. Me siento muy honrado de ser el pregonero de esta Fiesta del Toro 2024 en honor de nuestro patrón San Sebastián, gracias a la actual Corporación municipal que ha tenido la deferencia de pensar en mí para dicha proclamación.

Y hablando de Corporación municipal, quiero manifestar un recuerdo de condolencia por el reciente fallecimiento del que fuera maestro y alcalde de Vilvestre durante bastantes años, Casimiro Hernández.

Entrando ya en materia, plantearé esta locución en el marco del transcurso del tiempo y del entorno espacial en el que nos movemos, es decir, nuestras coordenadas espaciotemporales. Para ello entiendo que debemos fundamentarnos en la memoria a fin de traer al presente los recuerdos de nuestro pasado más o menos lejano, no con el propósito de perpetuarlos ni mucho menos para olvidarlos, sino para que nos sirvan de aprendizaje. El pasado se instala en la memoria individual y colectiva y cuando la perdemos, se desvanece nuestra razón de ser y de existir. Ya dijo el gran pensador clásico Cicerón que el pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo. ¿Y dónde se encuentra la memoria de un pueblo? Pues fundamentalmente en sus costumbres y tradiciones, todo lo cual constituye su patrimonio cultural.

Cervantes nos recuerda por boca de Sancho que respetar las costumbres es ley de buen gobierno. Precisamente esas costumbres las conservamos gracias a nuestros mayores, fieles representantes de las mismas. Y así hoy podemos recordar aquellas fiestas del toro en las que los llamados oficiales se encargaban de criar un toro a lo largo del año para que se lidiara después en la plaza construida en aquellos tiempos con los carros que aportaban los vecinos de Vilvestre, y de ahí nos ha quedado el topónimo del paraje denominado Prado del Toro, o las tradicionales fiestas de los quintos que contaban y cuentan con un día propio dentro del calendario festivo, día en el que se corrían literalmente los gallos a lomos sobre todo de burros, evolucionando con posterioridad a la rotura de cántaros y culminando la fiesta con el típico baile de la rosca, dulce característico de Vilvestre, hecho a base del producto estrella del pueblo como es la almendra, baile amenizado al son del tamboril, lo que nos lleva a recordar antiguos maestros tamborileros como Sebastián y José, a los que han seguido en la actualidad Afro y Manolo Martín, consiguiendo así mantener viva la tradición.

Traigamos pues al presente algunos retratos del pasado histórico de Vilvestre, tal vez por deformación profesional, por el recuerdo de las antiguas escuelas ubicadas en lo que hoy es el hogar del pensionista y el consultorio médico, y de maestros como don Raimundo, don Paco y doña Teresa, los cuales, con muy escasos recursos, hacían lo que podían para proporcionar una base educativa a escolares de distintas edades y separados. Por eso hablamos de la década del 50, años de penuria económica, cuando en las escuelas nos daban en los recreos la leche en polvo y el queso proveniente de la ayuda americana, época en la que la consigna educativa era la letra con sangre entra y como muestra de su aplicación seguro que vendrán a la memoria aquellas varas de almendrera de gran flexibilidad que calentaban el cuerpo mejor que cualquier sistema de calefacción. Pero en el presente hemos aprendido que aquella consigna era errónea, ya que la letra entra con el trabajo y el esfuerzo constantes, acompañados de una buena motivación.

Pasaré ahora a hablar de las fuentes de producción, recordando que tradicionalmente Vilvestre ha sido un pueblo agrícola y ganadero, con una agricultura basada en los cereales cultivados en la parte más llana del terreno. Recuerdo especialmente aquellas faenas de verano que empezaban con la hoz y la siega, a pleno sol y con el único auxilio del sombrero y del barril, seguido del acarreo con los estarujos sobre los que se iban empaquetando los manojos, formando puzzles convertidos en auténticas obras de arte. Y cómo olvidar aquellas interminables sesiones encima de la trilla, cuando prácticamente se cambiaba la residencia a las casitas de los trilladeros, durmiendo más de una noche al lado de las hacinas, esquivando los violeros y esperando a que empezara a punto día a soplar el aire de arriba para limpiar la parva. Eran otros tiempos ya superados, pero aún vivos en la memoria, hasta que fueron llegando las máquinas y quedamos aliviados de tan arduas tareas.

Pero no podemos olvidarnos del almendro y el olivo, junto a la vid, el naranjo y otros frutales en menor proporción, criados en la zona de los llamados olivares, donde el terreno es bastante escarpado. Sin embargo, gracias al denodado esfuerzo de anteriores generaciones, se consiguió cultivar a base de la construcción de bancales. Vale la pena que nos detengamos haciendo hincapié en la zona de los olivares, espacio emblemático de Vilvestre, especialmente antes de la construcción de la carretera, con aquellos caminos estrechos y empedrados en algunos tramos solo accesibles para mulos y burros, medios de transporte habituales, donde los cultivos antes mencionados de oliveras, almendreras y naranjeras se han podido desarrollar con gran éxito gracias al microclima mediterráneo proporcionado por la cuenca de nuestro majestuoso río Duero y sus arribes, ese río que ha sido, es y será una de las arterias vitales de la villa de Vilvestre, río fronterizo que compartimos con Portugal y que en el pasado proporcionó alimento a algunos pescadores que faenaban en él, así como contrabando, especialmente de café, sorteando la vigilancia de los guardiñas y de la Guardia Civil. Además, desde hace unas décadas, con la construcción del pantalán y los paseos en barco entre las presas de Saucelle y Aldeadávila, podemos disfrutar tanto de los magníficos paisajes de la flora arribeña como de la fauna de aves rapaces que planean por sus escarpados arribes. Y como colofón a esta digresión, no me resisto a recordar algunas estrofas del excelente romance que le dedicó el poeta del 27 Gerardo Diego a nuestro padre Duero:

Río Duero, río Duero,

nadie acompañarte baja;

Nadie se detiene a oír

tu eterna estrofa de agua.

Quién pudiera como tú,

a la vez quieto y en marcha,

cantar siempre el mismo verso

pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,

nadie a estar contigo baja.

Ya nadie quiere atender

tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados

que preguntan por sus almas

y siembran en tus espumas

palabras de amor, palabras.

Hemos de recordar también que no hace muchos años, el término municipal de Vilvestre, junto con otros municipios de la zona, fue declarado Parque Natural Arribes del Duero, convirtiéndose en espacio protegido por parte de la administración, con su consiguiente normativa al respecto y dando lugar a que los propietarios hayan sentido limitada su capacidad a la hora de tomar sus propias decisiones.

Respecto a la ganadería, la cabaña ganadera ha sido sobre todo bovina, y también ovina y caprina en menor cantidad. Me centraré en la primera, recordando que tradicionalmente la morucha ha sido la raza autóctona, desdolida y adaptada al terreno, que se utilizaba no sólo para la cría y producción de carne, sino también como fuerza de trabajo, y que desde mediados del otoño y hasta finales de la primavera se llevaba a pastar una finca de gran extensión llamada Montegudín, finca comunal colindante precisamente con el Duero y con la curiosa particularidad de que la propiedad estaba repartida en función del número de vacas que le correspondía a cada ganadero, es decir, la propiedad no equivalía a una parte de la finca, sino al número de vacas que los propietarios podían llevar cada año. Con el paso del tiempo estas costumbres han evolucionado, de manera que la finca del Montegudín se ha arrendado a un particular y, en el caso de la Morucha, ha sido sustituida por otras razas no autóctonas como la charolesa y la limusín, originarias de distintas zonas de Francia, y últimamente la Angus, raza autóctona escocesa, primando quizá más la cantidad que la calidad del producto.

Por su parte, el reciente logro de la concentración parcelaria probablemente abrirá en el futuro próximo nuevas vías de desarrollo, aportando tanto en el ámbito agrícola como en el ganadero una explotación de los recursos más racional, mecanizada y, sobre todo, con mayores beneficios económicos. Pasaré ahora al sector servicios, recordando en primer lugar los comercios tradicionales como la tienda de comestibles de la Julia, dispuesta a atender a la clientela a todas horas, o el comercio de Manolo Artillero, con amplia variedad de productos y su labia de vendedor consagrado, o el de García, instalado en la travesía de las dos calles principales, la chica y la grande, o el que podríamos considerar como el primer chino, en el sentido de que allí se podía encontrar de casi todo, estoy aludiendo al comercio de Félix y Alejandro.

En cuanto a los servicios relacionados con el ocio, la memoria nos retrotrae a finales de los 50 y comienzos de los 60, años en los que la población de Vilvestre era lo suficientemente abundante como para contar con dos salones de baile y sus respectivos bares, el de arriba de Ovidio y la Florencia, con su gramola, y el de abajo de Martín, pero explotado económicamente por la familia de José Canene, que contaba con orquesta familiar propia actuando en vivo y en directo.

Qué tiempos aquellos. Recuerdo especialmente el año 1962, cuando Italia ganó el festival de Eurovisión con la canción no, Non ho l'età (No tengo edad), interpretada por Gigliola Cinquetti, que se convirtió en un auténtico boom de verano. Pero teníamos además el bar de ‘las regalonas’, con su concurrido juego de la rana, el de Joaquín y la Manuela, el de la bola, y el de Paco y La Marta, ampliados posteriormente con la terraza de los aperos, bares en los que curtidos jugadores se disputaban a la subasta el café y la copa.

Ya en el pasado reciente se ha actualizado este tipo de ocio con la construcción del bar restaurante El Rollo, regentado por Javi y Mamen, así como la reapertura el pasado mayo del antiguo Gardovillo y la puesta en marcha de varias casas rurales, especialmente la judería, administrada por Jorge y su familia, con el fin de dar alojamiento al progresivo aumento de turistas que nos visitan. Siguiendo con el apartado de los servicios de ocio, no podemos olvidar la piscina municipal, inaugurada a comienzos de los 90, que ha supuesto un aliciente importante en la época estival. ¿En este punto más de uno se preguntará dónde se dañaban los mozos antes de la existencia de la piscina? Pues en los arroyos, donde se formaban grandes charcas como la del pozo Carrasco y la Pilanca, en el arroyo del Molino los Morenos.

Pasando al área de servicios sociales, no podemos dejar atrás la residencia de mayores de San Sebastián, obra de nuestro antiguo párroco Vitorino con la colaboración de los vecinos, la cual lleva más de cuatro décadas dando servicio a nuestros ancianos. Con este motivo y con el fin de recaudar fondos para su construcción, tuvo lugar un acontecimiento nunca visto, irrepetible en un pueblo pequeño, como fue la actuación de Manolo Escobar en vivo y en directo.

Seguro que se han quedado muchos recuerdos en el tintero, pero por un lado no olvidemos que la memoria es selectiva y por otro, no quiero pecar de exhaustivo extendiéndome más de la cuenta, por lo que terminaré haciendo un repaso somero por algunas de las señas de identidad de Vilvestre, completando así su patrimonio cultural. Arrancaré por la más representativa como es la manuelina cruz del rollo de justicia, de no gratos recuerdos en el pasado, pero indiscutible icono en el presente. Seguiré con los monumentos religiosos como la ermita de la Virgen del Castillo, flamante patrona de Vilvestre, con su Camposanto mirando de reojo al padre Duero y en sus aledaños los restos amurallados de un antiguo castillo medieval, dando así nombre al paraje circundante. Y una especie de pileta conocida como la cama del diablo, en la que, según cuenta la tradición, se acostaban dos y se levantaban tres. Significativo también fue el descubrimiento de lo que pudo ser un antiquísimo santuario prehistórico de indudable valor económico. Dentro del patrimonio religioso tenemos que destacar la iglesia de la Asunción, con su retablo barroco y su artesonado mudéjar, sin olvidar la que fuera ermita de nuestro patrón San Sebastián, en la que algunos hicimos la primera comunión, con su cabañal, que entre otras cosas servía para dar cobijo a los vecinos que esperaban el autobús de línea, ermita que actualmente no existe, ya que se sacrificó para la construcción de la anteriormente mencionada residencia de mayores.

Respecto al patrimonio civil, hemos de hacer alusión al monumental frontón de pelota, que en el pasado sirvió para que los mozos practicaran el entonces destacado único juego de pelota a mano, confeccionada artesanalmente por los propios jugadores. Sin embargo, con el paso del tiempo, la pelota ha sido sustituida por el balón. Al menos la cigüeña ha mantenido la costumbre de hacer su nido en la parte más alta del mismo. Destacaré también, como no, el singular caño de San Sebastián, con su forma circular, que en el pasado, cuando no había agua corriente en las viviendas servía tanto para abastecer de agua potable a los vecinos como de abrevadero para los animales.

Viene a mi mente la anécdota, con visos de leyenda, que alguien me contó sobre un recio vecino que cuando fue a buscar agua con su burro, sus cestos y sus cántaros, al colocarlos ya llenos, el último se le rompió y su visceral reacción fue “donde vaya Dios, que vaya Cristo”, procediendo a romper todos los cántaros.

No se nos puede olvidar, para cerrar este repaso del patrimonio, la antigua casa de los frailes, que después de haber permanecido en un estado de abandono durante muchos años, fue restaurada por la corporación municipal, reconvirtiéndola en un relevante espacio tanto por su continente, respetando los materiales constructivos propios de la zona, como por su contenido como centro cultural con museo, biblioteca y salón multiusos.

Por último, en una villa tan tradicionalmente taurina como la nuestra, mi memoria no me perdonaría finalizar este pregón sin mencionar un evento que ha quedado grabado de forma indeleble en el pasado histórico de Vilvestre. Estoy haciendo alusión a la corrida de toros que tuvo lugar el domingo 18 de marzo de 1962, actuando como primera espada nuestro paisano Santiago Martín ‘El Viti’.

Definitivamente, ha llegado el momento de dar descanso a la memoria y pensar en el presente de las fiestas y su disfrute, por lo que me despido con esta exhortación. Hoy comamos y bebamos y cantemos y holguemos, que mañana ya veremos. Y para los amantes de los clásicos, los alentaré con la locución Horaciana del Carpe Diem, ‘aprovecha el momento’.

Vivan las Fiestas del Toro 2024. Vivan los quintos, vivan las peñas y viva Vilvestre.

PROGRAMA DE FIESTAS DE VILVESTRE 2024

21 de agosto

Miércoles

21:00 Inicio oficial de las Fiestas del Toro. Presentación-concurso de peñas. Pregón de fiestas a cargo de Francisco Domínguez Hernández.

23:00 Cena en el frontón.

23:30 Fiesta con la charanga.

22 de agosto

Jueves

Día de los quintos

09:00 Pasacalles de quintos.

17:00 Rotura de cántaros a lomos de asnos.

19:30 Baile típico de la rosca.

00:05 Capea con tres vacas de Espioja y disco móvil.

23 de agosto

Viernes

Día del Niño

11:00 Juegos tradicionales en el frontón de pelota.

17:30 Parque infantil y fiesta de la espuma.

22:00 Desfile de disfraces para niños de 3 a 12 años.

00:00 Verbena con la orquesta Amazonas.

24 de agosto

Sábado

12:00 Encierro infantil con carretones.

12:30 Encierro tradicional con reses de la ganadería Espioja. A continuación, suelta de vaquillas.

18:30 Novillada de Espioja para los novilleros de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca:

Álvaro Pérez y Jesús Yglesias.

A continuación, vaquillas.

00:00 Verbena con la orquesta La Búsqueda.

25 de agosto

Domingo

13:00 Misa castellana en honor a san Sebastián.

14:30 Paella en el frontón.

00:00 Disco móvil Lamas.

26 de agosto

Lunes

12:00 Misa en el Castillo.

12:30 Encierro infantil con carretones.

13:00 Encierro con reses de Hermanos Cañero. A continuación, suelta de vaquillas.

18:30 Novillada de Hermanos Cañero para los novilleros de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca:

Salvador Herrero y Julio Norte. A continuación, suelta de vaquillas.

00:00 Bailaremos con la disco móvil Trinity.