Con extensa zona verde y mucha arboleda
Un desvío en la carretera nacional que traemos desde Sabugal indica Benquerença-Praia Fluvial.
Después de, aproximadamente, un kilómetro, con las cumbres redondeadas de la Serra da Opa y la Serra de Santa Marta rodeándonos, con olivos acompañando un lado y otro de la estrecha carretera, deparamos con un puentecillo de barrotes verdes y un cartel que indica “O Moínho”, a la izquierda.
Y es que la actual playa fluvial del pueblo de Benquerença (Penamacor) aprovechó el azud de un antiguo molino para crear las infraestructuras necesarias que convirtiesen este paraje natural en una zona de disfrute.
Ambas orillas tienen una zona verde llana y extensa, propicia para extender la toalla. También hay mucha sombra, la que proporcionan alisos, chopos, fresnos, sauces o plataneros, de todo un poco hay en un contexto fresco, que invita al sosiego en medio de las temperaturas altas del verano en esta comarca de la Beira Baixa portuguesa, lindante con el noroeste de Cáceres.
El bar de apoyo es amplio, alrededor de una treintena de mesas componen la terraza y otras cuantas hay en el interior. Y es tranquilo, al menos, el día que Salamanca al Día visita esta playa la música no es estridente ni está alta, lo que favorece un ambiente animado, pero sin romper la calma del lugar.
Antes de llegar al río Meimoa, hay dos zonas de estacionamiento, una para autocaravanas. Hay varios soportes para aparcar bicicletas. El espacio dispone de baños públicos con ducha, una zona de parillas y merenderos de madera. Está permitida la acampada. Todos estos servicios son gratuitos. No se puede acceder con animales, salvo perros guía.
Se pasa al otro lado del río por una pasarela de madera o por el puente elevado. Entre ambos, unos 150 metros de playa, aunque la zona acondicionada para el reposo y el baño continúa más allá del puente. Hay cinco escalerillas metálicas, una rampa y unas escaleras de piedra para acceder.
La orilla opuesta es más amplia, además de la arboleda, cuenta con una pradera extensa y una bonita zona de sombra bajo un pequeño bosque de sauces llorones, entre los cuales, algunos bañistas deciden colocar una hamaca. Un poco elevada está la terraza del bar y, a su espalda, los molinos de viento de la sierra. En un rincón un poco más apartado, divisamos el pequeño parque infantil.
Esta playa fluvial no cuenta con socorrista. Estos primeros días de agosto el nivel del agua es de entre un metro y metro y medio de altura, sin corriente, una playa muy segura. El agua consigue refrescar bien, pero no está muy fría, la abundancia de árboles en las márgenes produce claroscuros que hacen que la temperatura sea variable conforme las partes del cauce. Su presencia también llena de hojas el río en cuanto se levanta el viento.
El pequeño río Meimoa está encauzado por un muro de piedra, su lecho es de pequeños cantos rodados. Cerca de la pasarela, donde cubre menos, hay dos niñas cogiendo peces con la mano. Los meten en un bote de cristal. Al introducirnos en el agua, pequeños peces vienen a nuestro encuentro, en mitad del río no se perciben. Dicen que, alejándonos un poco, aquí se consiguen pescar bogas, truchas o cachos.
El pueblo de Benquerença, de unos 500 habitantes, está al lado y, un poco más allá, en la falda de la sierra, la ermita de Nossa Senhora da Quebrada, un enclave que está en el origen de esta población. Desde allí, en mitad de un paisaje que huele a eucalipto, divisamos el pueblo y el valle de Meimoa-Benquerença, dedicado a la actividad agropecuaria, que se abre en una amplia panorámica.
O Moínho es una de las tres playas fluviales existentes en el concejo rayano de Penamacor, junto a la de Meimão y Meimoa, todas bañadas por las aguas del río Meimoa, afluente del Zêzere, que a su vez desemboca en el Tajo, contribuyendo, por tanto, a nutrir esta cuenca hidrográfica. Antes de llegar a este dominio, el río es represado en el embalse de Meimão, que cuenta con una estación náutica.
Del 31 de agosto al 4 de septiembre esta playa acogerá el Suti Festival, con música en directo y Dj´s.
Benquerença está a 50 kilómetros de la frontera salmantina por Alberguería de Argañán, a unos 80 kilómetros de Ciudad Rodrigo y a 165 de Salamanca capital.
GPS 40º 13’ 44.73”N | 07º 13’ 17.94” W
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