El fútbol como metáfora de una empresa
Sin duda, así podría considerarse el fútbol para obtener imágenes y acciones influyentes en el devenir diario de la producción de bienes y servicios. En “El pase perfecto” de Ed Weenk reflexiona al respecto, incluso aventura lo que un directivo empresarial puede aprender de un entrenador de fútbol.
Yo fui entrenador de fútbol y directivo de empresa, simultaneándolo, un “hobby” lo primero y una obligación lo segundo, aprovechándome de experiencias que fueran útiles en ambas situaciones. “El objetivo final del entrenador es asegurar que su equipo cierre con éxito la temporada expresado en marcar goles y, por supuesto, ganar la máxima cantidad posible de partidos y torneos disputados”.
Y leyendo a Weenk obtienes informaciones altamente valiosas: “Desde la perspectiva de los trabajadores que forman la empresa y que en muchos casos pasan una buena parte de sus vidas allí, parece claro que en última instancia es mucho más motivador trabajar en un entorno en el que se pueda compartir la visión y donde se vea que hay una dirección clara para el futuro, que en un ambiente en donde cada tres o cinco años se cambia la estrategia o se anuncia otra vez una reorganización, dependiendo del Director General de turno”.
Después de muchas comparaciones válidas, apareció la eterna reflexión de Johan Cruyff: “Realmente no me importa mucho si mi oponente me marca un gol o cinco, siempre que yo le marque a él uno más”. Ojalá dicha cuestión fuera de uso y aceptación común. Pero requiere de un ejercicio formativo durante bastante tiempo. De hecho, la prensa acepta de “mal café” los fallos defensivos y cuando se trata de ponderar el juego de ataque tan solo es necesario marcar un solo gol para que firmen con entusiasmo expresiones muy populares: “¡Les dimos un baño de aúpa!”. Son distintas perspectivas.
Es curioso que aquel presidente tan “dicharachero” que rigió desde Marbella al Atlético de Madrid y repitió tantas veces aquello de que el “fútbol es igual que una empresa”, aplicaba al fútbol lo peor de la empresa. Y prefiero el lado más positivo de la cuestión, “al fútbol lo que es del fútbol” y a la empresa lo que le corresponda…
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