Templos del saber para los universitarios

Son las 8:30 horas, la Biblioteca Abraham Zacut abre sus puertas. Decenas de estudiantes cargados con apuntes buscan un lugar silencioso en el que concentrarse, muchos otros exploran entre las estanterías, hojean manuales de Física, Geología, Estadística, Matemáticas. Una imagen similar se repite cada día en las facultades de Filología, de Geografía e Historia, de Medicina o de Educación. La Universidad de Salamanca pone a disposición de su comunidad un recurso imprescindible para el estudio, la investigación y la docencia: su Servicio de Bibliotecas.

En estos templos los universitarios tienen la posibilidad de acceder a una bibliografía única que enriquece su estudio. Según datos del Servicio, en 2022, su catálogo abarcaba 400.000 libros electrónicos, 202 bases de datos y 54.500 revistas electrónicas. Tránsito Ferreras, directora del Servicio de Bibliotecas de la Universidad de Salamanca, explica que la mayor parte de los fondos bibliográficos son especializados. “Los estudiantes cuentan con la bibliografía básica recomendada por los profesores de cada asignatura y con bibliografía actualizada por los bibliotecarios para ayudarles a preparar los trabajos de clase, TFG y TFM”.

Además de este fondo especializado, la directora puntualiza que en alguna de las bibliotecas se ofrecen otro tipo de recursos más generales. Por ejemplo, la Facultad de Filología dispone en un fondo de literatura con títulos de narrativa, poesía o teatro, en Turismo podemos encontrar guías de viaje y en Bellas Artes, catálogos y otros libros sobre arte más accesibles al público general.

A todos estos tesoros en papel se suma una cantidad ingente de recursos online. “Desde la pandemia, en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca, como en todas las bibliotecas universitarias españolas, hay una tendencia a la adquisición de fondos en formato electrónico. No en vano, nos encontramos en plena época (era) de la transformación digital y las bibliotecas tienen que evolucionar y adaptarse a este entorno”, expone la directora. Por ello, el Servicio de Bibliotecas tiene a disposición de su comunidad universitaria la plataforma Cielo de préstamo digital de libros electrónicos. “Hay una gran oferta de libros de divulgación, literatura, autoayuda, guías de viaje, etc. disponibles para tomar en préstamo en cualquier momento, desde cualquier lugar”.

Las bibliotecas que atraen a más estudiantes con el objetivo de preparar los exámenes son aquellas que abren en horario especial, es decir, Abraham Zacut, Francisco de Vitoria y Santa María de los Ángeles (más conocida como Libreros). No obstante, el Servicio de Bibliotecas está compuesto por 24 puntos de servicio y ofrece actualmente un amplio sistema de apoyo al estudiante, a la docencia y a la investigación. “La biblioteca está evolucionando y el papel del bibliotecario, también. Tenemos que ofrecer, además de los tradicionales, nuevos servicios demandados por la comunidad universitaria y por la sociedad. Estamos inmersos en el entorno de transformación digital y de la Ciencia Abierta (que incluye el acceso abierto y la ciencia ciudadana, entre otros muchos ámbitos). Todas estas acciones constituyen un reto que debemos afrontar y que, en mi caso, como directora del Servicio de Bibliotecas de la USAL, he comenzado a proyectar y a acometer con ayuda de mi equipo de bibliotecarios (¡somos 170 personas!)”.

En paralelo a esta vía de acceso al conocimiento en formato digital, Tránsito observa que los universitarios siguen acudiendo al libro de papel. “Actualmente, los estudiantes ya no se ciñen exclusivamente a la bibliografía básica, sino que demandan bibliografía más especializada tanto para los trabajos de las distintas asignaturas como para el TFG. El papel de los bibliotecarios en esta tarea es muy importante, ya que asesoramos e informamos de los recursos disponibles, formamos en su uso y ayudamos a través de los diversos cursos que impartimos en las tareas de elaboración del TFG y TFM”.

Aunque según la normativa el acceso a las instalaciones y al fondo físico de las distintas bibliotecas está reservado para los miembros de la comunidad universitaria, Tránsito asegura que en la práctica no se impide la consulta en sala a nadie, excepto en épocas de horarios especiales y exámenes en las que existe una alta demanda de puestos de estudio por parte de los estudiantes. El préstamo de fondos ingresados por compra o suscripción sí está restringido a los miembros de la comunidad universitaria.

“Hay que destacar que la Biblioteca de la USAL contribuye a la promoción y desarrollo del Acceso Abierto al Conocimiento desde 2009, y esto se traduce en que tenemos un repositorio institucional GREDOS cuyos contenidos se difunden libre y gratuitamente para todo el mundo en acceso abierto a través de Internet. Por otra parte, también contamos con suscripciones a revistas científicas que también son de acceso abierto para todo el mundo”.

Universidad Pontificia

La comunidad universitaria de la UPSA también tiene acceso a su particular mina de conocimiento en forma de dos bibliotecas cuyo catálogo abarca más de 400.000 registros en diversos formatos. La Biblioteca Vargas-Zúñiga es la de mayor tamaño y está ubicada en el Edificio Histórico. Contiene fondos y colecciones generales y todos los relacionados con las titulaciones impartidas en la sede central, pertenecientes a Ciencias de la Salud, Psicología, Tecnología e Informática, Filosofía y Ética y Ciencias Eclesiásticas. Por otra parte, la Biblioteca Campus Champagnat comprende los fondos especializados de las titulaciones impartidas en las facultades del campus homónimo: Comunicación y Educación. Las bibliotecas de la Universidad Pontificia ofrecen un completo catálogo de servicios, entre los que se encuentran el apoyo al investigador, el préstamo de portátiles y otros equipos y la formación en competencias digitales para alumnos de grado.