El equipo trabaja conjuntamente para mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas con esta enfermedad
Más de 25 años lleva la Asociación de Parkinson Salamanca ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren esta enfermedad. Una entidad presidida por Teresa Martín y que cuenta con un grupo de profesionales que día tras día están al pie del cañón: Teresa, Alba, Manuel, María José, Rosana, Carmen, Juan Pablo, Adolfo, José Luis, Javier y Nuria.
Cada 11 de abril se celebra el día mundial del Parkinson que esta asociación salmantina anticipó con la tradicional plantación de tulipanes en el campo de San Francisco el día 10. Y la cuestación será este jueves, día 11, con 8 mesas informativas en toda la ciudad.
Pero empecemos por el principio. ¿Qué es el Parkinson? Se trata de una enfermedad neurodegenerativa, progresiva y crónica del sistema nervioso central caracteriza- da por causar severos daños neurológicos, con síntomas motores generando alteraciones en el control y coordinación del movimiento, rigidez muscular, trastornos de la voz, habla y funciones orofaciales (deglución) y síntomas no motores como trastornos del sueño, memoria y control de impulsos, entre otros. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, después del alzhéimer.
Los profesionales de la asociación trabajan conjuntamente por el bienestar de cada usuario. Por ello, en el Parkinson todas las especialidades y servicios “son igual de importantes”, tal y como asegura Teresa.
Manuel Arroyo es el logopeda de la asociación, un servicio que se focaliza en varios aspectos. “Por un lado, se encuentra la deglución que afecta el proceso de tragar. Cuando tenemos afectada la musculatura, la coordinación, o tenemos una alteración neurológica, podemos sufrir alteraciones en esa deglución, que puede llegar a desencadenar en una disfagia (dificultad a la hora de tragar), lo que puede dar lugar a una infección pulmonar”, explica el profesional.
Por otra parte, este servicio también se centra en la comunicación. “La importancia del habla y del lenguaje como herramienta, ya que una persona con Parkinson puede tener afectadas áreas facilitadas del lenguaje, como son la memoria, la atención, etcétera; factores que irrumpen en el discurso o en cómo usamos el lenguaje”.
En este sentido, el trabajo de logopedia ayuda a que una persona con esta enfermedad pueda mejorar estos aspectos, pero también trabaja en la prevención. “Tenemos pacientes que llegan con pocas sintomatologías y lo que hacemos es una prevención para que el deterioro se produzca de forma más lenta”, detalla.
En el tratamiento del Parkinson la psicología debe estar presente, ya que los síntomas psicológicos y cognitivos cada vez son más evidentes en esta enfermedad. La asociación cuenta con dos profesionales que se encargan de este servicio: Alba Carrasco y Juan Pablo Cobreros. Cuando la persona con Parkinson acude a la asociación se recaba la mayor información posible realizando una evaluación psicológica inicial o historia psicológica, momento en el cual puede ser necesaria una intervención psicoeducativa de la enfermedad, tanto para la propia persona, como para sus familiares y/o cuidadores.
Posteriormente se lleva a cabo una evaluación cognitiva de las diferentes funciones, con el objetivo de determinar el rendimiento de la persona en éstas, buscando obtener el perfil de funciones preservadas y funciones alteradas de cara a la planificación de las sesiones de estimulación cognitiva que la asociación ofrece.
La intervención terapéutica en el Parkinson no está focalizada única y exclusivamente en los síntomas motores, ya que la mayoría de personas directamente afectadas pueden presentar, a lo largo de la evolución de la enfermedad, alteraciones emocionales, conductuales y cuadros psicopatológicos susceptibles de mejora con una intervención psicoterapéutica adecuada. Por este motivo también se ofrece una intervención psicológica individual.
Rosana Pedro y Carmen Marcos son fisioterapeutas en la asociación, otro de los servicios fundamentales y desde este servicio nos dicen que el Parkinson es una patología neuromotora, que en el área de la fisioterapia afecta principalmente a la marcha (caminar), coordinación de movimientos, y el equilibrio principalmente y de forma más visible, pero también afecta a los músculos respiratorios, deglutores o incluso viscerales propiciando estreñimiento y sus complica-ciones en estos pacientes.
En fisioterapia nos encargamos de trabajar esa recuperación de la marcha, sus ritmos que suelen estar afectados, la coordinación, la prevención de caídas y el equilibrio, además de hacer un trabajo activo de movilidad y fuerza, porque “no dejamos de movernos porque nos hacemos mayores, nos hacemos mayores porque dejamos de movernos”. Es importante que una persona con Parkinson siga realizando las tareas cotidianas por sí misma, y la fisioterapia es fundamental para dosificar y planificar estrategias de movimiento que le sigan permitiendo llevarlas a cabo, y que su movilidad y autonomía no sufra grandes retrocesos.
La falta de movimiento y el estímulo que éste le da al cerebro para que siga trabajando sobre los centros dopaminérgicos, son claves para mantener su calidad de vida.