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La Soledad rompe la racha de suspensiones, aunque limita su salida a una visita fugaz a la Plaza
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CIUDAD RODRIGO | VIERNES SANTO

La Soledad rompe la racha de suspensiones, aunque limita su salida a una visita fugaz a la Plaza

Actualizado 30/03/2024 01:34

Pese a la brevedad del trayecto, una fina lluvia hizo acto de presencia en los últimos metros

La Virgen de La Soledad logró romper en la noche del Viernes Santo la racha de suspensiones de procesiones que llevaba la Semana Santa Mirobrigense, que ya iba por 5 consecutivas (las 3 del Jueves Santo y las dos previas del Viernes). La última procesión que se había podido desarrollar, en la noche del Miércoles Santo, fue la de la Virgen de las Angustias, aunque con la imagen a cubierto y con un trayecto más breve, característica en la que ha acabado por coincidir con La Soledad.

Tras haber podido cenar este año ‘con calma’ al suspenderse la procesión del Santo Entierro (las cofrades siempre ‘se quejan’ de que La Carrera se alarga demasiado y se les junta con su propia cita), la velada del Viernes Santo para la Cofradía de Nuestra Señora de La Soledad comenzó como siempre en el interior de la Catedral de Santa María, con el rezo del Santo Rosario y un sermón a cargo del capellán de la Cofradía, Ángel Martín Carballo.

A esa doble cita fue llegando un número creciente de fieles, entre ellos unas cuantas mujeres con mantilla, que como es habitual se habían preparado con el doble objetivo de procesionar en La Carrera y con La Soledad. Dentro de ese grupo de mujeres con mantilla estuvieron las integrantes de la Corporación Municipal que asistieron a la velada, encabezados por el alcalde Marcos Iglesias. Asimismo, en los primeros bancos estuvieron representantes de las otras cofradías de la Semana Santa Mirobrigense.

Finalizado el sermón, sobre las 23.15 horas, llegó la hora de tener que tomar una decisión sobre si salir o no: después de que hubiera llovido con mucha fuerza en torno a las 21.00-21.30 horas, y que posteriormente hubiera quedado reducida al mínimo hasta dejar de caer, un miembro de la Cofradía se asomó al exterior a ver cómo pintaba la noche, y tras consultarlo con el presidente, Tomás Domínguez, y con los encargados de tirar de la carroza, se optó por salir.

Eso sí, salieron para hacer un trayecto más breve, y lo más rápido posible, yendo por Cardenal Pacheco hasta la Plaza Mayor, donde La Soledad subió hasta la parte superior, dando la vuelta enseguida para bajar unos metros y desviarse por Julián Sánchez. A la parte superior del ágora también subieron los miembros de la Corporación, Ángel Martín Carballo y Vidal Rodríguez Encinas, mientras que esperó a la altura de Julián Sánchez la Banda Municipal de Música, que animó el desfile, tocando el Himno de España a la entrada y salida de la Virgen de la Catedral.

Debido a la noche que hacía, la velada contó con bastante menos público que en los años previos (que fue ciertamente desordenado por las prisas), portando velas parte del mismo. Cuando estaban a la altura de la Iglesia de Cerralbo, comenzó a chispear de nuevo con claridad, acelerando la comitiva el paso para entrar de nuevo lo más rápido posible en la Catedral (apenas 19 minutos después de su salida). Allí se cantó la Salve, pidiendo Ángel Martín Carballo un aplauso para todos los presentes y para la Virgen, cerrándose el acto con varios vivas y fotos junto a la Virgen.