Desde la balconada de la Casa Consistorial se pidió por el estado de salud del Papa y por la paz en el mundo
La Cofradía de Jesús Amigo de los Niños llevó en la mañana del Domingo de Ramos hasta el centro histórico de Ciudad Rodrigo la imagen de La Borriquilla, con la compañía de cientos y cientos de mirobrigenses que salieron a las calles en una jornada con sol y nubles pero con temperatura perfecta.
La procesión tuvo como punto de partida la recientemente renovada calle Álamo Chico, en cuya Parroquia de Santa Marina había tenido lugar justo antes la tradicional misa del Domingo de Ramos presidida por el párroco, Prudencio Manchado, quién previamente había bendecido tanto los ramos de laurel que portaron los fieles como las palmas (de dos tamaños diferentes) que portaron los participantes en la comitiva procesional.
En total, este año tomaron parte en la comitiva 36 niños (cifra idéntica a la del año pasado), una decena de ellos en carritos de bebé empujados por sus progenitores o directamente en brazos de ellos. Estos niños fueron acompañados por varias banderas, yendo detrás de ellos la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía, en este caso ya con su indumentaria procesional, después de participar en la tarde sabatina vestidos ‘de calle’ (aunque acordes a la Cofradía) en el Certamen ‘Toques de Esperanza’.
En la parte final de la comitiva procesionó el paso de La Borriquilla, que a su llegada a la Puerta de La Colada fue descendido dentro de su carroza (asimismo se le quitó la palma que portaba) para poder pasar por la bóveda. Una vez ya dentro de murallas, se le devolvió a su altura habitual y se le recolocó la palma para avanzar hacia la Plaza Mayor, donde hizo su entrada al son del Reloj Suelto. En el ágora, estaba ejerciendo como narrador en esos momentos Manolo Peláez, capellán de la Cofradía de Jesús Nazareno.
Como es costumbre, varios niños subieron a la balconada de la Casa Consistorial a realizar una serie de peticiones, por los niños cofrades, por el Papa y su estado de salud, por la paz en el mundo y por las cofradías de Semana Santa, antes de que tomase la palabra el Obispo José Luis Retana, quién comentó a los presentes que espera que estos días “Jesús entre en vuestra corazón”, deseándoles a continuación una “feliz Semana Santa”.
Tras la preceptiva foto en la balconada, se reincorporaron a la procesión los niños que habían leído, la presidenta de la Cofradía, Mamen Castaño, y el capellán, Prudencio Manchado, quién fue en la parte final de la comitiva, justo por delante de los representantes de las otras 6 Cofradías de la Semana Santa Mirobrigense, portando todos ellos palmas. La comitiva abandonó la Plaza por la calle San Juan, para recorrer las calles Colegios, Velayos y Sánchez Arjona para volver a cruzar el ágora en dirección a Julián Sánchez.
Continuando por Cardenal Pacheco, se alcanzó el entorno de la Catedral, acercándose en primer lugar a la Plazuela de Herrasti, donde se hicieron la habitual gran foto de familia, antes de ser introducida La Borriquilla por la Puerta de las Cadenas del templo, con la compañía musical de la Banda de la Cofradía.