Juzbado ampliará su ‘galería’ de arte al aire libre con mucho más que murales

En el trayecto de Salamanca a Ledesma hay un pequeño pero hermoso pueblo, de 200 habitantes, que se ha convertido en una referencia cultural de la provincia por los motivos que explicaremos a continuación. Y todo comenzó hace cerca de 25 años, “a finales de 2009 decidimos que teníamos que ofrecer el pueblo al arte, que Juzbado fuera en un espacio no solamente abierto a la literatura, a la poesía, a la interpretación del paisaje, sino además un cauce para la expresión artística de muralistas, de escultores, entonces empezamos recuerdo haciendo un árbol de hierro con participación vecinal que nos gustó mucho y a partir de ahí comenzamos a encargar algún mural”, explica el alcalde, Fernando Rubio.

Así, en 2013 inauguraron su primer gran mural, “la decoración del frontón, cuando logramos terminar ya la zona deportiva y de las piscinas, encargamos ese trabajo a Joaquín Vila y a Pablo Herrero.

La obra, titulada ‘Libro abierto’ recoge los elementos más simbólicos del entorno y es el resultado de varias asambleas con los vecinos del pueblo durante los días previos a su realización, según relataban los propios artistas.

Además, en una de las paredes dibujaron una gran cigüeña volando, que “se ve mirando desde Ledesma”, destaca Rubio antes de seguir su relato sobre las iniciativas culturales en esta localidad: “desde 2017 ya estábamos celebrando encuentros de pintura rápida, un día al año se nos llenaba el pueblo de personas, y a partir de ahí, fue un punto de inflexión, de hecho, terminamos por convertir aquel concurso en un certamen de muralismo, porque nos parecía que iba a ser más aprovechado por el pueblo”.

Un año después, en 2018, se inauguraba el que algunos denominan como el beso más grande la provincia, un mural de Artesprada, que aprovechó como ‘lienzo’ el lateral de una nave agroganadera, y que muchos consideran como una imagen icónica de Juzbado, ya que se puede ver desde varios kilómetros de distancia.

Mucho más que murales

“Nosotros nunca nos hemos querido quedar en un proyecto local o provincial, sino ir un poquito más allá, es decir, buscar un gran desafío, también, muralistas, que puedan llevar a cabo sus obras y estamos en ello porque los vecinos ofrecen que sus espacios sean decorados y luego también hay bastantes lugares públicos”, apunta el alcalde de Juzbado.

En este sentido, afirma que el planteamiento artístico se aleja del costumbrismo habitual en este tipo de obras en el medio rural: “No hemos querido pintar trillos, ni bueyes, ni a aperos de labranza, ni nostalgias del ayer, lo que queremos es proyectarnos el futuro y generar espacios de arte de vanguardia. Creemos que el mejor arte contemporáneo, la mejor poesía, el mejor muralismo están perfectamente adaptados al medio local”.

De hecho, para Rubio, “no es que se tenga que hacer el gran arte en las ciudades y el arte costumbrista de la nostalgia local en los pueblos. Y en ese sentido vamos a avanzar, vamos a intentar experimentar un poco”.

Por eso, pretende impulsar el “muralismo escultural, el muralismo de tres dimensiones, vamos a comenzar a hablar del muralismo como propuesta constructiva, con serigrafiados, por ejemplo, y vamos a seguir contando con grandes muralistas, pintores, pintoras que vengan de otros lugares de España y también de otros países”.

De hecho, reconoce que hay más visitantes que se detienen en Juzbado por estos atractivos artísticos, aunque considera que “lo que yo creo que hace que venga gente y que se haya generado sobre todo una dinámica positiva en torno al pueblo, también para repoblar toda la nuestra comarca, que es algo importante, es que en Juzbado puede suceder algo y algo bueno, lo que hace de verdad que vengan gente, que haya más visitas, es que tienen la ruta del muralismo, pero también tienen otros atractivos: otras obras artísticas, esculturas por ejemplo, hay unos caminos naturales que hemos recuperado, que son realmente bellos, que muestran mucho y que además están interpretados todos ellos. Tenemos nuestras infraestructuras locales museísticas, también que muestran gran parte de lo que somos, de dónde queremos llegar, es un pueblo que en este momento da unos servicios para la felicidad de la gente, unos servicios de culturales, deportivos y un entorno realmente amable, tranquilo, pero donde pasa algo, donde hay cosas, donde hay luces encendidas”.

Fotos de Manuel Lamas