Añaden que se trató de una "muerte inmediata", causa de una hemorragia arterial masiva
Continúa el juicio contra J.A.V.S., acusado de matar a un hombre en Ciudad Rodrigo durante el Carnaval del Toro. Un jurado popular es el encargado de juzgar los hechos y este miércoles se celebra la segunda jornada de la vista oral, tras la declaración de los testigos protegidos durante la jornada de ayer.
Turno este miéroles para las pruebas periciales y forenses. La segunda jornada del juicio ha comenzado con la declaración de los forenses, encargados de la autopsia y del levantamiento del cadáver. Dichos especialistas han asegurado que la navaja "penetra desde la piel, atraviesa el esternón, el trono arterial y llega hasta la cavidad pleural derecha. Ahí lo que vemos es toda la sange que se ha acumulado".
"La muerte se produce por la hemorragia arterial masiva, casi de inmediato", explican. Según los expertos, y aseguran que "se empleó fuerza para asestar la puñalada. Se trata de una muerte violenta", aseguran. La herida se produce con un arma blanca, con corto punzante y con solo filo en una de las partes de la hoja.
Además la víctima presenta hematomas en las manos y unas heridas en los nudillo, que parecer "ser un puñetazo, u golpe contra una superficie dura". Las pruebas toxicológicas realizadas a la víctima, presentan resultados positivos en alcoholemia, canabbis y cocaína.
Por otro lado, J.A.V.S. recibió atención médica en el momento de la detención. Presentaba un dolor en la mano izquierda, aseguran que puede ser compatible por un puñetazo en una superficie dura. Además, las pruebas toxicológicas que se realizaron al acusado, correspondientes a un análisis en cabello, se muestra que "durante los tres meses previos hubo un consumo repetido de cocaína y anfetamína. No se puede concreta qué día se tomó".
El acusado en la segunda jornada del juicio
Tras un breve receso, los especialistas en criminalística de la Guardia Civil, sobre el arma utilizada han explicado que había fibras de la prensa de la víctima en el filo de la navaja. Por su parte, con respecto al revelado de huellas,"solo se encontró una huella con valor identificativo para la víctima" (es decir, que tiene la suficiente información para ser cotejada) "en la empuñadura de la navaja".
Con respecto al acusado, no hay huellas identificativas pero "no podemos decir que no estuviese en su mano", ya que "puede existir una manipulación".
La Fiscalía le acusa de homicidio y solicita una condena de 13 años de prisión, así como una indemnización de 595.000 euros para la familia de la víctima. Por su parte, la acusación particular solicita una condena de 25 años de prisión además de 600.000 euros a los familiares. La defensa pide la libre absolución considerando la atenuante de drogadicción.