Estuvo protagonizada por los 3 astados restantes de Aldeanueva, uno de los cuales arrolló a un maletilla, por fortuna sin consecuencias graves
Más allá de ser el punto de partida del desencierro final, la última cita taurina en la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo fue la capea de la tarde del Martes, protagonizada por los 3 astados restantes de la ganadería de Aldeanueva que por la mañana habían brindado un rapidísimo encierro por las calles mirobrigenses.
Al igual que sus hermanos de camada protagonistas de la capea matinal, estos tres toros mostraron una gran bravura en su estancia en el ágora, pero a diferencia de lo ocurrido por la mañana, las ‘ganas’ de interactuar con ellos fueron decayendo a lo largo de la capea. En lo que respecta al primer toro, quisieron medirse a él bastantes recortadores (incluido uno saltándolo), así como algún maletilla, teniendo la mala suerte uno de ellos de que le arrolló por completo el astado, tirándole al suelo, pero por fortuna no sufrió daños físicos adicionales (de hecho volvió a la carga más adelante).
El segundo toro también mostró su fuerza al inicio, pero ahí ya se empezó a notar el ‘final del Carnaval’, habiendo poca interacción. Con el tercero, lo probaron algunos recortadores, llevándose un sustillo uno de ellos (se vio un poco apurado), así como el único maletilla que lo probó. La tarde ya pintaba a desencierro, pero hubo alguna solicitud de repetición (e incluso de Cenizos), con lo cual la capea prosiguió todavía un rato más, ocurriendo ya poco sobre la arena (mientras tanto, la Banda Municipal de Música se despidió de todos los presentes).
Por cierto, que entre la salida de los tres toros inicialmente previstos y el comienzo de las repeticiones, fue manteado sobre la arena por los pastores del Carnaval el presidente de la Comisión encargada de organizar el evento, Ramón Sastre.