En esta ocasión estuvo muy concurrido el cruce de Cardenal Pacheco y Julián Sánchez
Como ocurrió especialmente en los dos anteriores Carnavales, Ciudad Rodrigo vivió a lo largo del Sábado un enorme desembarco de jóvenes foráneos, sobre todo procedentes de Salamanca, con el objetivo fundamental de pasar un día puramente de fiesta, bebiendo con amigos en espacios al aire libre, lo que se complicó debido a los chaparrones que fueron cayendo de forma intermitente a lo largo de la jornada.
Precisamente, las malas previsiones meteorológicas parecen ser una de las causas de que este año la invasión foránea haya sido menor (ya publicamos el jueves que el número de buses autorizados –es decir, que habían solicitado espacio para aparcar en el Polígono de Los Chabarcones- había pasado de más de 150 el año pasado a apenas 50). Esto hizo que la ciudad no llegase a estar ‘colapsada’ como el año pasado, pero obviamente hubo zonas concurridísimas, con algunas novedades.
Por ejemplo, si en años previos había habido una gran concentración de jóvenes junto a las Puertas de Amayuelas, este año allí ‘no hubo nadie’ (se puede ver en una de las imágenes), mientras que sí hubo una gran masa en la confluencia de las calles Cardenal Pacheco y Julián Sánchez (en torno a los nuevos baños Premium), casi como prolongación del ambiente festivo en el sur de la Plaza Mayor, que estuvo abarrotado durante la tarde (incluido los bajos de los tablaos en los momentos de lluvia).
Finalizada toda la actividad taurina del día, el botellón se extendió a la arena del coso, aunque este año, sobre las 21.00 horas, los jóvenes estaban más repartidos: mientras que el año pasado ‘todos’ estaban en el coso, y el sur de la Plaza se encontraba vacío, este año había ‘mitad y mitad’. Por cierto, que a esas horas estaba en el coso la nave espacial que había desfilado por allí mismo durante la mañana.
Como en años previos, el Parque de La Florida también fue lugar de concentración de jóvenes foráneos, aunque se notó un menor volumen que el año pasado, producto de igual modo del descenso global de visitantes. Como es habitual, la práctica totalidad de los jóvenes foráneos se acercaron a Ciudad Rodrigo disfrazados.