A la misa y la procesión, amenizadas por el tamborilero Diego Rengel, siguieron una comida y una divertida tarde en la que no faltaría el baile y las risas
Bajo los sones de la gaita el tamboril de Diego Rengel, las mujeres de Saucelle celebraron este sábado la fiesta de Santa Águeda, adelantándose así, como en muchos otros lugares, a la fecha onomástica del 5 de febrero.
Tras la eucaristía oficiada por el párroco Miguel Ángel García, Santa Águeda salió en procesión por las calles a hombros de las mujeres, momento que pondría fin a los actos religiosos y en el que brillaron con luz propia las mantillas que cubrían el dorso de algunas de las aguedesas.
A continuación surgiría el baile a las puertas de la iglesia, para continuar con una comida en la Cultural y que daría paso a una divertida tarde en la que tampoco faltó el baile. El broche a la fiesta lo pondría una merienda con café o aperitivo.