‘Manolo Perita’ acompaña a sus dos hijos en las labores de campo para conmemorar los 40 años de la recuperación del evento estrella en el que él fue partícipe.
El Encierro a Caballo del domingo de Carnaval se ha convertido en el espectáculo estrella de la fiesta grande mirobrigense. Un evento que amalgama a millares de personas de todos los puntos de España como del extranjero y se trata de una tarea bastante ardua en la que se necesita mucha experiencia y profesionalidad.
En Juan Luis Montero “Perita” y su equipo, recae de nuevo la responsabilidad de encerrar los seis toros y ocho mansos que se encuentran a campo abierto (3 km. aprox. de la ciudad) en el coso taurino el domingo día 11 de febrero.
Para ello hay que hacer días previos unos trabajos de encabestrado para que los bravos de Guadajira (Badajoz) se hermanen con los bueyes de distinta ganadería a los astados.
El trabajo de campo consiste en ‘mover’ los toros junto a los cabestros en un ‘circuito cerrado’ junto a los caballistas que forman el equipo del Centro Ecuestre Casasola y capitaneados por Juan Luis Montero Martín. De este modo, tanto jinetes, equinos y cornúpetas, van conociéndose y familiarizándose para el gran día; por cierto, un encabestrado que cada vez tiene más público aficionado a pesar de las restricciones al tratarse de una finca privada y no hacerse público el día y la hora de estas faenas campestres, pero que al final ‘el boca a boca’ corre entre los mirobrigenses.
No es baladí apuntar que este año acompaña al equipo del Centro Ecuestre Casasola Manuel Montero “Perita”, al margen en la intervención física del evento en años anteriores, pero que este año quiere conmemorar con su participación el 40º aniversario desde que se recuperara el Encierro a Caballo (1984) tras que desapareciera en la década de los años 60 en el exclusivo Carnaval del Toro que se celebra en la vieja Miróbriga.
Las primeras valoraciones según Juan Luis ‘Perita’ sobre el comportamiento de los toros se centran en que “Están respetando a los caballos, son dóciles y nobles. No hacen nada extraño y es muy fácil manejarlos”. Augurando un buen espectáculo para la mañana del domingo de Carnaval. “Pero esto es muy difícil, ese día al haber más gente, ruido, colorido y ser el recorrido más largo, encarando hacia la multitud, los toros intentan escapar”, apunta el encerrador jefe.
Al igual que todos los años el espectáculo estará asegurado sobre todo en la zona de campo abierto, salga bien o se escape algún toro.