Los Reyes Magos llegaron a Guadramiro, villa totalmente engalanada de Navidad, donde les aguardaban pequeños y mayores. Tras recorrer las calles bajo los sones de la gaita y el tamboril de Albert Calderón, a la postre alcalde de la localidad, anunciando su llegada, Sus Majestades de Oriente se dirigieron a la Plaza del pueblo para hacer entrega de sus regalos a los niños y escuchar las peticiones de última hora antes del reparto de juguetes por cada casa. Y para coger fuerzas ante lo que tenían por delante, Melchor, Gaspar y Baltasar fueron obsequiados con un chocolate bien caliente que compartieron con todos los vecinos.