La Plazuela del Buen Alcalde reflejaba en la mañana de Año Nuevo los ‘efectos’ del ambiente festivo
La fuente de la céntrica Plazuela del Buen Alcalde de Ciudad Rodrigo albergaba en el tramo final de la mañana del lunes dos objetos que evidentemente no deberían estar ahí. Por un lado, había sido parcialmente destrozado (al menos estaba roto uno de los listones), tras golpearlo contra uno de los querubines de la fuente, uno de los árboles decorativos que tienen estos días colocados establecimientos tanto de la propia Plazuela como de vías cercanas.
Por otro lado, sumergida en las aguas poco cristalinas de la Plazuela se podía observar la cabeza de una muñeca. Como otros restos en Ciudad Rodrigo de la ‘ebullición festiva’ del fin de semana, en unos cuantos puntos del entorno amurallado se podían encontrar vasos de plástico (algunos enteros y otros destrozados), y una papelera del Parque de La Glorieta había sido girada, cayendo al suelo todos los restos que albergaba.