Peletería Cabezas, arreglos y venta de cuero en Salamanca

La peletería es el oficio de adobar y componer las pieles finas. Trabajar y cuidar el cuero para crear magníficas prendas elegantes y que duren en el tiempo es algo que con el paso del tiempo ha ido desapareciendo, pero en Salamanca continúa presente. Un oficio que llevan haciendo en la Peletería Cabezas desde hace más de 40 años.

Su dueño y gerente, José Agustín Cabezas, lleva más de cuatro décadas en el sector y es un referente del mismo en la ciudad de Salamanca. A su tienda, ubicada en el barrio de Garrido, continúan entrando clientes que apuestan por su gran trabajo. Clientes fieles que apuestan por su trabajo para arreglar sus prendas.

Se trata de una de las pocas peleterías que continúan abiertas en la ciudad, ya que es un sector que con el paso del tiempo ha ido disminuyendo.

Peletería Cebezas realiza ventas, arreglos, transformaciones y capas charras y españolas, siempre con el mejor material con el objetivo de ofrecer la mejor calidad. ‘No deje su prenda de piel en el armario, nosotros por poco dinero se la reformamos y actualizamos’. Ese es su eslogan y la fidelidad de sus clientes demuestra que su trabajo es impecable.

Además, tiene una gran variedad de complementos para estas fiestas navideñas, pero que también se pueden adquirir en otras épocas del año, productos de primera calidad que son una maravillosa opción para regalar esta Navidad. Accesorios como bolsos, guantes, mochilas, cinturones, gorros bufandas… Una gran variedad de productos de primera calidad.

Ubicados en la calle Vasco de Gama número 22, José Agustín estará encantado de ayudarle. Puedes visitar su tienda física de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas por la mañana, y de 17:00 a 20:30 horas por la tarde. Los sábados también abren, de 10:00 a 14:00 horas.

Para facilidad de sus clientes, también ponen a su disposición el número de teléfono 666 776 721 o el correo electrónico [email protected]. Además, también se puede contactar con ellos a través de su página de Facebook.