No te pares, vive con ilusión

“El secreto de la vida es este: La vaca no da leche- ¿Qué dices? - pregunto incrédulo el muchacho. -Tal cual lo escuchas, hijo: La vaca no da leche, hay que ordeñarla. Tienes que levantarte a las cuatro de la mañana, ir al campo, caminar por el corral lleno de moñigos, atar la cola y las patas de la vaca, sentarte en el banquito, colocar el balde y hacer los movimientos oportunos para extraer el liquido elemento de sus ubres. Ese es el secreto de la vida: la vaca, la cabra, la oveja, la llama, no dan leche. Hay una generación que piensa que las vacas dan leche. Que las cosas son automáticas, fáciles y gratis: deseo, pido y obtengo. Pero la realidad es que la felicidad es el resultado del esfuerzo, y que la ausencia de esfuerzo, genera frustración e ignorancia.”

Vivimos en una sociedad, que tiene grandes dificultades para proponer valores, para encontrar mejoras en el mundo que nos rodea, para soñar y enriquecerse con nuevas fórmulas, y así escapar al grado de frustración que nos produce nuestra vida cotidiana.

El mundo te romperá el corazón de todas las formas imaginables. Eso está garantizado y yo no puedo explicarlo, como tampoco la locura que llevo dentro ni la locura que llevan los demás. La vida nunca es justa, pero debes afrontar los golpes y seguir adelante. Y cuando tengas el corazón roto tendrás que volver a construirlo y, no solo eso, tendrás que volver a confiar y esta es la parte más difícil. A pesar de todo esto, aunque la vida rompa todas tus ilusiones, debes seguir soñando, ¿sabes por qué? ¿Porque si no amas si no sueñas, si no luchas, si no te levantas?, ¿Qué clase de vida estarás viviendo? ¿para qué quieres una vida si no la estas aprovechando? La vida es así: te caes, te levantas y te vuelves a caer. Pero si ni siquiera te mueves por temor a caerte, en realidad, ya te has hundido.

Ocurre, que perdemos la alegría con demasiada facilidad, nos hemos olvidado de disfrutar de las cosas fantásticas que tiene esta vida, (afirmaba recientemente un conferenciante), para referirse a la necesidad de recuperar el entusiasmo desde la proactividad y la alegría. - Se preguntaba- nos preguntaba… ¿Por qué tantas personas han perdido el ánimo, la ilusión, la alegría y han abrazado la mediocridad como forma de vida? Es cierto que el panorama está difícil. Las palabras que más hemos escuchado en los últimos años, son recortes, corrupción, paro, desigualdad, pandemia y muerte. Todos hemos sufrido y tenemos personas cercanas que han sufrido mucho estos años. Pero ante un panorama tan complicado, uno tiene dos alternativas. La primera es resignarse, tirar la toalla, conformarse y verse entonces arrastrado por un entorno lamentable. Pero hay otra: la de luchar contracorriente para vivir con ilusión y alegría. Sí, es mucho más difícil, -y se de lo que hablo-, pero se puede hacer sin rendirse, la palabra es, que lo merecemos, Cuando uno va alegre, la vida es fantástica, y cuando uno va hasta el coco, la vida es una mierda, lo sabemos por experiencia. Por eso debemos luchar para vivir con ilusión y entusiasmo, primero porque nos lo merecemos todos y segundo porque si no lo hace cada uno por sí mismo, nadie lo hará por nosotros. Este encuentro, estas pequeñas cosas son algunas de las pequeñas alegrías que nos llenan el alma…y, también el cuerpo… que cojones.

A si que: bienvenidos a este mundo impresionante y fantástico, donde el sexo es gratis y el amor caro, donde los ciclistas del “Globo” te llevan la pizza más rápido que si llamas una ambulancia, donde perder el teléfono es un trauma doloroso, más aún que perder la dignidad, donde la ropa determina el valor de una persona, si no llevas cosas de marca que salen en TV, es que no llegas amigo vas muy mal, bienvenidos al mundo donde la lealtad y sus amigos se han vuelto envidiosos, donde el dinero es la estatua de la libertad, la justicia , la igualdad, bienvenidos a la era negra donde la mentira es una moda, la traición es inteligente y la pobreza es un defecto.

Sí; sean ustedes bienvenidos al entramado político de los mediocres, conviértanse en paganos, y sigan, por favor, no se paren, sigan… sigan.

Pues a pesar de todo esto, no pierdan la alegría, la ilusión, el humor. Tómense un tiempo para ser felices, piensen que se lo merecen… verdad.

Fermín González, salamancartvaldia.es, blog taurinerías