Garrido y Bermejo: El nacimiento del barrio Garrido

Situado en el noreste de la ciudad de Salamanca, hoy Garrido es uno de los barrios más conocidos y populosos de la capital provincial, de la que supone, de hecho, una parte indispensable por su peso demográfico, destacando asimismo por ser uno de los barrios con más arraigo identitario entre sus vecinos.

Pero el barrio de Garrido no siempre fue tal, sino que en sus inicios se denominaba de Garrido y Bermejo, ya que el origen del mismo se dio con la construcción en el primer tercio del siglo XX de un pequeño grupo de casas en hilera por parte de Manuel Garrido Pardo y Santiago Bermejo Pollo, siendo “las casas baratas” que mencionaba El Adelanto el 3 de abril de 1916, las cuales situaba “en la barriada de Garrido y Bermejo”.

Previamente, Santiago Bermejo, que trabajaba como confitero y poseía una huerta en la zona, había decidido construir en sus tierras una pequeña casa en medio del campo, para lo cual le ayudó Manuel Garrido. Una colaboración de la que debieron salir satisfechos, pues posteriormente se decidieron a trazar una calle para, en torno a ella, construir la hilera de casas antes mencionada, que pasaron a ser conocidas como de Garrido y Bermejo.

Estas casas, de apariencia modesta (de ahí que fuesen conocidas como “las casas baratas”), pasaron a ser adquiridas principalmente por jubilados (aunque también algún empleado en activo) de la Compañía de Ferrocarriles del Oeste de España, a quienes les resultaba la zona un tanto atractiva por su cercanía a la estación de ferrocarril.

Por otro lado, cabe remarcar que entonces, el área que hoy ocupa el barrio de Garrido se encontraba con la separación física de la vía férrea que conectaba Salamanca con Portugal, la cual transcurría por la actual avenida de Portugal, para acabar ‘saltando’ el Tormes en el ya desaparecido puente de la Salud.

De este modo, las casas de Garrido y Bermejo se situaban en un área limitada al sur por la vía férrea de Portugal y al este por la de Medina, situándose cercanas a la antigua calzada de Toro. Un aislamiento físico por las vías férreas que condicionó que hubiese una mayor atención por las autoridades municipales. Por ello, los vecinos de Garrido y Bermejo tuvieron que reclamar en enero de 1923 que el alcantarillado llegase hasta este nuevo barrio, pues el servicio de aguas solamente se prolongaba hasta el cruce con la vía del tren, un servicio que aprobó para el barrio el Ayuntamiento salmantino en julio de 1926.

Precisamente entonces, la entrega por parte de la ciudad en 1926 de los terrenos que ocuparía el Cuartel de Infantería, ubicado también al norte de dicha vía, favoreció la expansión de la ciudad más allá de la vía de Portugal, rompiéndose la barrera psicológica que suponía la misma, lo que favoreció el crecimiento del barrio de Garrido, una vez que el regimiento de infantería “La Victoria” ya estaba instalado en el cuartel, creándose nuevas hileras de casas en la década de 1930.

En cuanto a los promotores del nacimiento de este barrio, cabe destacar que Manuel Garrido fue elegido concejal del Ayuntamiento de Salamanca en noviembre de 1917 por el tercer distrito de la ciudad, en el que obtuvo 318 votos, apenas superado por Primitivo Santa Cecilia, obteniendo más respaldo incluso que Miguel de Unamuno, que también resultó electo por este distrito, en el que obtuvo 205 votos.

Medio año más tarde, sin embargo, Manuel Garrido sufrió la pérdida de su mujer, Margarita Montejo, que fallecía en la ciudad de Salamanca el 21 de mayo de 1918, con apenas 44 años, dejando a Manuel viudo con 3 hijos y 3 hijas. Un año más tarde, y precisamente en memoria de su esposa, la prensa salmantina de la época se hacía eco del donativo de 25 pesetas realizado por Manuel Garrido a favor de la Asociación de Mendicidad.

Posteriormente, ya en febrero de 1920, Garrido fue reelegido como concejal, en este caso por el cuarto distrito de la ciudad, en el que fue el más votado. Sin embargo, al repetirse las elecciones municipales en octubre, Garrido no logró ser reelegido, al ser superado en votos por Casimiro Brizuela en el cuarto distrito por el cual se presentaba.

Por otro lado, un año después, en 1921, vemos dentro del periódico Lucha ferroviaria, a Manuel Garrido Pardo siendo uno de los salmantinos que colaboraron mediante donativos para socorrer a los hijos de los huelguistas de las minas de Riotinto, para quienes Garrido aportó 2 pesetas de la época de donativo. Asimismo, en una labor parecida, en este caso donando para la Junta de Mendicidad de Salamanca, vemos al otro creador del barrio, Santiago Bermejo Pollo, en diversos listados de donantes publicados por El Lábaro en 1910.

Curiosamente, si Garrido fue concejal del Ayuntamiento de Salamanca entre 1917 y 1920, otro tanto podemos decir del otro promotor del actual barrio Garrido, Santiago Bermejo, pudiendo rastrearse esta actividad municipal por ejemplo en la prensa del año 1923 cuando, además, era el concejal delegado del Mercado de Abastos, así como el que presidía la comisión de Casas Baratas.

En todo caso, el negocio de la venta de las viviendas inicialmente impulsadas por Garrido y Bermejo, no debió resultar demasiado rentable, lo que motivó que Manuel Garrido hiciese las maletas en 1929 y emigrase a Buenos Aires, falleciendo apenas siete años después, en 1936, aunque dejando no obstante su apellido grabado en uno de los barrios de su ciudad, que acabaría por convertirse en el de mayor población de la misma.

Por su parte, Santiago Bermejo Pollo, que era natural de Castellanos de Moriscos, tuvo una vida más prolongada, si bien la Guerra Civil se llevó por delante la vida de uno de sus hijos, el alférez piloto Alejandro Bermejo Matías, fallecido en Málaga el 16 de marzo de 1939, a los 21 años.

No obstante, este trágico suceso no paralizó a Bermejo, ya que apenas unos meses después, el 23 de julio de 1939, se le documenta como uno de los donantes que recogía El Adelanto para socorrer a las víctimas del estallido del polvorín de Peñaranda de Bracamonte, para lo cual Bermejo donó 25 pesetas de la época.

Finalmente, el último de los creadores del barrio de Garrido y Bermejo, Santiago Bermejo Pollo, falleció en Salamanca el 23 de abril de 1948 a los 75 años, después de cumplir en 1947 las bodas de oro con su esposa, Teresa Marías, y tras una exitosa vida industrial en el sector de la confitería, si bien el tiempo se acabó llevando su apellido del nombre del barrio que logró crear junto a Manuel Garrido.