Fueron investidos como matanceros de honor Emilio Arroitia, director de Administración Local; los diputados provinciales, Pilar Sánchez y Juan Carlos Zaballos; Álvaro Muñoz Galindo, director general de calidad e Infraestructuras Sanitarias de la Junta de Castilla y León; y las peñas locales La Taberna de Moe y KNF
La lluvia del amanecer no fue impedimento para que decenas de personas se sumaran este sábado 9 de diciembre a la Fiesta de la Matanza Tradicional en la localidad de Barruecopardo, evento incluido en el calendario de matanzas promocionado por la Diputación de Salamanca y que se desarrolló con un gran ambiente.
La matanza tradicional de Barruecopardo tendría como protagonistas al gorrino, un cebón de 230 kilos de peso, y a los matanceros de honor, en esta ocasión a Emilio Arroitia, director de Administración Local; a los diputados provinciales, Pilar Sánchez y Juan Carlos Zaballos; Álvaro Muñoz Galindo, director general de calidad e Infraestructuras Sanitarias de la Junta de Castilla y León; y las peñas locales La Taberna de Moe y KNF.
La designación de los matanceros de honor fue el primero de los actos matanceros tras el pasacalles de la comitiva desde el Ayuntamiento a la plaza Agustín Moro. Todos ellos recibían de manos del alcalde de Barruecopardo y diputado provincial de Deportes, Jesús María Ortiz, la medalla municipal como distinción de este nombramiento, una designación que todos aceptaron antes de brindar con vino o aguardiente de las Arribes. También hubo un momento para la nostalgia en recuerdo de uno de los integrantes de la peña KNF fallecido recientemente.
Con los matanceros ya investidos, comenzaban las labores matanceras bajo los sones de la gaita y el tamboril y la animación de un actor contratado por la Diputación. Y mientras el matarife y sus ayudantes procedían al chamuscado del cerdo y su limpieza, al fondo de la plaza, los cocineros de Paellas David preparaban chichas, patatas meneás, y panceta para dar de comer al público.
Además de los colaboradores en el despiece del cerdo, también cabe destacar la colaboración de un grupo de mujeres, de la Asociación de la localidad, encargadas de la limpieza de patas y rabo, y del reparto de dulces, vino y aguardiente entre el público.
Poco a poco el cochino iba desapareciendo del tajo y el varal iba llenándose con sus carnes, así hasta que fueran colgadas las dos hojas de tocino. Comenzaba entonces un taller de elaboración de chorizos para los niños y al que seguiría la subasta de las distintas partes del cerdo. Como broche a la jornada, unas 275 personas dieron cuenta de la comida a base de carnes del cerdo.
Además de los actos típicos de la matanza el público pudo adquirir productos, souvenir, miel y pan de Barruecopardo en una pequeña miniferia montada junto a la plaza Agustín Moro por emprendedoras de la localidad.
La tarde continuará con una degustación de vinos de Barruecopardo y la inauguración de la iluminación navideña con el encendido del árbol de Navidad realizado por la Asociación de Mujeres de Barruecopardo e instalado en la Plaza Mayor del pueblo. Como broche a la jornada, llegada la media noche estaba previsto un baile con discoteca-móvil.