Se trata de incluir en esta protección los cuatro núcleos con arte rupestre identificados en los trabajos de prospección, situados en las zonas altas del valle que delimita dicho arroyo y sus afluentes inmediatos
Este expediente adecuación en la categoría de Zona Arqueológica, el Bien de Interés Cultural denominado Arroyo de las Almas, en La Fregeneda (Salamanca), define sus valores y delimita el área afectada por la declaración, de forma que se garantice suficientemente la protección de este Bien de Interés Cultural.
Este procedimiento de adecuación se justifica en la necesidad de protección y salvaguarda de este bien, cuya relevancia y singularidad han sido acreditadas durante la tramitación del expediente.
Por ello, se delimita como Zona Arqueológica, el ámbito del conjunto arqueológico conocido como Arroyo de las Almas, que incluye los cuatro núcleos con arte rupestre identificados en los trabajos de prospección, en concreto en las zonas altas del valle que delimita dicho arroyo y sus afluentes inmediatos que es donde se concentran.
La similitud de los motivos reconocidos en dichos núcleos, tanto en lo concerniente a la técnica y temática empleada, así como la utilización de este espacio por gentes distintas en diversas épocas, llevan a considerar los cuatro núcleos como una única estación artística.
El Arroyo de las Almas
El sitio arqueológico conocido como Arroyo de las Almas en el término municipal de La Fregeneda (Salamanca), se corresponde con un conjunto de grabados al aire libre localizados en diversas afloraciones rocosas, más o menos agrupadas en la margen derecha de dicho arroyo y en varias de sus pequeñas y adyacentes riberas. Este arroyo es un pequeño afluente del río Águeda que desemboca a un kilómetro en el río Duero.
El conjunto se conoce desde el año 2015, cuando sus descubridores realizaron trabajos de prospección e identificación de cuatro grupos de grabados, con veinticuatro rocas y unos 600 motivos grabados, en una amplia secuencia temporal que abarca desde el Paleolítico superior hasta época contemporánea, destacando entre los de épocas intermedias los correspondientes a la Edad del Hierro.
El conjunto de la etapa paleolítica se concreta en cinco rocas en las que se han identificado veintiuna representaciones figuradas, además de un variado grupo no figurativo, compuesto por trazos aislados o conjuntos inconexos. Todos ellos están ejecutados mediante la técnica de grabado inciso de línea fina, lo que lleva a los autores a plantear una cronología Magdaleniense. El conjunto paleolítico se completaría, además, con algunas figuras que, por sus características técnicas y de diseño, se equipararían al denominado Estilo V o Finiglacial de Siega Verde o fase Aziliense del grupo del Côa, ya en la transición al Epipaleolítico.
Otro conjunto de 137 grabados se adscribe al ámbito esquemático de la prehistoria reciente, desde el Neolítico a la Edad del Bronce. Destacan la representación de un típico antropomorfo y un motivo zoomorfo indeterminado que se realizaron con técnica piqueteada, además de un centenar largo de figuras lineales profundamente grabadas por abrasión e incisión. Un tercer grupo de 120 motivos grabados corresponde a los adscritos a la Edad del Hierro, mayoritariamente agrupados en los núcleos II y III.
Finalmente, el último grupo diferenciado estaría representado con más de 300 motivos que por su tipología, se adscriben, genéricamente, a época moderna y contemporánea, mayoritariamente concentrados en las rocas de los grupos I y II. Técnicamente se realizan con una técnica incisa, muy similar a las figuras de la Edad del Hierro.
En resumen, se trata de uno de los más destacados enclaves de arte rupestre del sector de la Raya hispanoportuguesa, compartiendo los valores y características tanto del conjunto de Siega Verde como de los hallazgos del Parque del Côa, sobre todo, de estos últimos. Su diferencia mayor radica en que en aquel sitio, la mayoría de las representaciones catalogadas son de época paleolítica, mientras que, en el Arroyo de las Almas, la mayor representación de motivos corresponde a los de época histórica.
Estamos ante un conjunto de arte rupestre y por tanto catalogado como Bien de Interés Cultural, que contiene manifestaciones de arte paleolítico al aire libre, lo que le confiere un rasgo de excepcionalidad, pese a que día a día la investigación sigue añadiendo puntos al corpus de hallazgos. El conjunto ofrece superposición de cuatro etapas crono culturales distintas que cubren toda la secuencia de la ocupación del hombre anatómicamente moderno en Europa, y en concreto, por las características de los grabados, en este caso, entre los 12 000/10 000 años antes del presente hasta el siglo XX pasado. Su ubicación complementa la tipología representada por los ejemplos de Siega Verde y/o el Paraje de la Salud (en la cercana ciudad de Salamanca), añadiendo a este otro modelo caracterizado por localizarse en la desembocadura de un arroyo lateral en el cauce mayor, en este caso el Águeda, modelo muy característico del grupo portugués del Côa y que en el lado hispano no se había identificado.
Por tanto, considerando la cantidad de grabados, su variedad, su cronología y su localización, Arroyo de las Almas constituye un sitio de arte rupestre excepcional.