Se han tomado nuevas muestras del agua pero aún se desconocen los resultados para conocer dónde se encuentra el foco de contaminación por esta bacteria
Tal y como procediera en agosto pasado por el alto contenido de plaguicidas en el agua, el Ayuntamiento de Vitigudino ha habilitado los depósitos situados en el silo y en el Parque de Bomberos, así como otro más en la pedanía de Majuges, para abastecer a la población después de que ayer miércoles se conociera que el agua de la red de abastecimiento contenía altos índices de la bacteria E. coli, como informó este periódico.
Este jueves, un camión de Bomberos de la Diputación de Salamanca procedía al rellenado de los cuatro depósitos, cada uno de 1.500 litros de capacidad. El depósito situado en el Parque de Bomberos se mantendrá disponible al público durante las 24 horas, también el de Majuges, mientras que el acceso a los dos depósitos instalados en el silo estará limitado al horario laboral de 7:00 a 15:00 horas.
Esta es la medida adoptada por el Ayuntamiento hasta dar solución al problema. En este momento tanto la Mancomunidad de Cabeza de Horno como personal de Sanidad bajo encargo del Ayuntamiento han tomado muestras de agua para conocer la procedencia de la contaminación por E. coli y “pero aún se desconocen los resultados”, señalaba el alcalde de Vitigudino, Javier Muñiz, a LAS ARRIBES AL DÍA, por lo que “a partir de conocer el origen de la contaminación se dará una solución”, añadía el regidor.
La E. coli
La Escherichia coli (E. coli) es una bacteria que está presente de forma natural en el intestino de las personas y muchos mamíferos, y por lo tanto, suele ser inocua. Sin embargo, hay cepas que producen una toxina denominada Shiga (éstas se llaman STEC), que puede causar enfermedades como gastroenteritis, y en los casos más graves, síndrome hemolítico-urémico, que suelen desarrollarse en colectivos poblacionales sensibles (niños pequeños, personas mayores, personas inmunodeprimidas…) y que en una pequeña proporción pueden resultar mortales.
La STEC suele tener como reservorio (es decir, como población animal que la aloja de forma crónica) el ganado bovino y ovino (aunque aves, caballos, mascotas, etc. también pueden ser portadoras -sin embargo, el contagio no suele producirse por contacto directo con ellas-). Para estos animales la bacteria no suele ser dañina y la expulsan a través de las heces. Y son estas heces las que pueden contaminar el subsuelo, los vegetales que crecen en él, el agua de los ríos que lo lavan, el agua de la lluvia tras la evaporación, etc. Y de éstos puede llegar a playas, sistema de abastecimiento y distribución de agua de grifo, piscinas, etc.
La E. coli puede sobrevivir a temperaturas elevadas (superiores a 50ºC), por lo que muchos casos suelen producirse por el consumo de carnes poco cocinadas, vegetales crudos (incluyendo zumos no pasteurizados) y leche y derivados no pasteurizados.
Las personas pueden infectarse con la toxina de la STEC cuando el tratamiento de aguas no es correcto o cuando se ingiere accidentalmente agua al nadar en una piscina, lago, río, playa u otras aguas recreativas contaminadas.