La idea original fue de Pam Wendler, profesora nativa procedente de Estados Unidos, sumándose numerosos profesores y varios progenitores
El histórico salón de actos del IES Fray Diego Tadeo de Ciudad Rodrigo se transformó por completo en la mañana del martes para celebrar por todo lo alto la festividad de Halloween con la participación de todos los sectores de su comunidad educativa. La idea original de esta amplia celebración fue de Pam Wendler, profesora procedente de Estados Unidos (en concreto del estado de Oregón) que durante este curso académico se encuentra en el IES Fray Diego como profesora nativa ayudando a los alumnos con el Inglés, especialmente a los que cursan la enseñanza bilingüe (reciben en este idioma asignaturas como Geografía).
La idea de Pam Wendler encontró un amplio respaldo por parte de un nutrido grupo de profesores (de las áreas más variadas) así como de progenitores de alumnos, que se pusieron manos a la obra para crear una ‘Casa encantada’ (la profesora procedente de Estados Unidos resaltó en la mañana del martes a Ciudad Rodrigo Al Día que se ha encontrado una gran implicación y creatividad). La parte más terrorífica estuvo desplegada en el escenario del salón de actos, donde se creó un laberinto por el que fueron pasando todos los alumnos que quisieron (algunos no se atrevieron), recibiendo unos cuantos sustos.
Para ello se contó con la involucración de docentes y progenitores, que se caracterizaron para la ocasión, transformándose en una chef con sus chuchillos, en una sastra con un metro que medía a los alumnos para ver si cabían en un ataúd, o en brujas. El elemento más llamativo (o al menos el que más sustos produjo) fue una cabeza sobre un plato, papel en el que fueron rotando varios docentes. Al salir del túnel, cada alumno recibió una bolsa con gominolas.
Como complemento a este pasaje del terror en sí, hubo una zona más lúdica, con un photocall, un punto con varios juegos inspirados en motivos terroríficos, o un punto de baile, donde se animaba a los alumnos a recrear el histórico Thriller de Michael Jackson. Para este punto, se había contado con la colaboración del Departamento de Tecnología, al igual que lo había hecho el de Música para que se fueran escuchando sonidos de miedo (habían grabado por ejemplo voces al revés), o el de Plástica, con unos muñecos que daban la bienvenida al salón de actos, en cuya entrada había otro photocall.