'No verás amanecer', la nueva novela basada en hechos reales de Paco Cañamero

En El Casino de sus mejores tardes, Paco Cañamero vuelve a sorprendernos con una novela que parte, como no puede ser de otro modo, de sus raíces en tierras del Yeltes y el Huebra y de su trabajo como periodista. Cuenta el autor que fue una visita al médico con su madre, la que propició en el 2022 la charla con el doctor Javier Blasco en la que recordaron el famoso “Crimen de Pinilla”, un suceso que Cañamero había oído contar en su infancia de Aldehuela de Yeltes y que su madre guardaba en la memoria.

Amante de la conversación amable, hombre de campo apegado a sus raíces, nuestro autor comenzó a recordar, a indagar y se sintió más atraído por la historia cuando se dio cuenta de que, en sus años de periodista en Zamora, había conocido a gentes que le hablaron de Pepe Duero, crítico taurino y fotógrafo en su negocio “Foto Somoza”, hombre amable, culto y, curiosamente, padre del desdichado protagonista del crimen tan relatado durante la infancia de Cañamero. Con estos mimbres, es normal que se sintiera atraído no solo por la truculenta historia relatada en las coplas de una vecina de Aldehuela de Yeltes, la señora Sebastiana, sino por los personajes reales y su triste devenir tan unido a la historia de una España en blanco y negro de ambiciones y cosos taurinos que marcaban la vida aún resignada a la pérdida y a la cartilla de racionamiento que en 1947 seguía sonando a Guerra Civil.

De nuevo la realidad se convierte en ficción en la narrativa de Cañamero, quien nos cuenta la historia reciente de nuestra tierra con sencillez y cercanía: Transbordo en Medina, Fado entre encinas y ahora el hermoso y desolador título No verás amanecer, convierten al periodista nuestro en novelista que nos recorre desde lo más hondo del paisaje y del paisanaje. Sin florituras, con un lenguaje que cada vez es más sutil y pleno de contención sin dejar sin embargo, el realismo, pincelada a pincelada, usando el lenguaje popular de gentes que se hacen indispensables desde su carácter secundario como la madre de la protagonista, el torero venido de América o los montaraces de la finca. Personajes que rodean al auténtico antihéroe de la historia, un hombre apuesto, valioso, que estudia medicina en Valladolid y quiere ser torero –una de las mejores páginas del libro comprende los consejos que le da Luis Miguel Dominguín, todo un atleta, al inconstante novillero- un muchacho que lo ha tenido fácil en la vida aunque ha sido hijo del divorcio, del abandono materno por la presión social contra una muchacha salida de un burdel y empecinado en casarse con una chica de buena familia a la que acaba asesinando tras caer en una espiral autodestructiva en la finca salmantina donde viven.

Retrato de un crimen pasional que conmocionó a la sociedad de su época, el libro nos recuerda la lacra actual y terrible de la violencia de género y se solaza en las pequeñas pistas que el maltratador va dejando caer a lo largo del breve noviazgo. La mujer, enamorada e inteligente, cae en una trampa de la que no podrá salir y es este proceso lento e inexorable, uno de los valores de este libro presentado entre aplausos de un público que ya conoce la obra de Paco Cañamero y disfruta de su lectura. Un acto moderado por Pablo del Castillo en el que las palabras del autor se intercalaban con las del doctor, actual dueño de la finca de tan triste recuerdo y conmigo en un diálogo muy vivo y ameno donde se habló de las palabras terruñeras que utiliza Paco y recoge en un glosario que cierra la obra, así como de la personalidad del protagonista que pasó de la brillantez del muchacho rico e inteligente a la crónica negra. Un suceso muy vivo en este nuestro Campo Charro que alguno de los presentes en el acto vivieron de niños y recuerdan muy bien. Recuerdos y archivos que han servido para que el autor acabe, en un tiempo muy reducido, esta novela basada en hechos reales que parece haberse escrito sola y, que le decimos a Cañamero, que ha sido inspirada por Lolita, la auténtica protagonista de la obra, asesinada por su esposo estando embarazada de ocho meses. Violencia doméstica que, por desgracia, sigue viva y feroz entre nosotros, dejando su rastro de muerte sin que hayamos aprendido a atajarla.

Una presentación que devuelve al Casino su carácter de espacio indispensable para la cultura salmantina, donde se habla de libros, de toros y los rostros son conocidos y generosos en el encuentro. Un encuentro que termina con la larga fila de lectores que le piden un autógrafo al autor que da la vuelta a la plaza de las páginas con la satisfacción de seguir relatando lo nuestro aquí, en el corazón de la ciudad letrada.