Cómo elegir el mejor seguro para tu coche o moto

El Real Decreto 1507/2008, de 12 de septiembre, recoge el Reglamento del seguro obligatorio de responsabilidad civil para todos los vehículos a motor. Por lo que, todos los vehículos que pretendan circular en territorio español deben tener su correspondiente seguro, al menos con la cobertura mínima obligatoria de responsabilidad civil. A partir de ahí, se pueden contratar otras coberturas extras.

Los seguros de coche con cobertura mínima han de cubrir hasta quince millones de euros en caso de daños materiales y hasta setenta millones en caso de daños personales. Ahora bien, este seguro básico, o de coberturas mínimas, no cubre a quien conduce el vehículo si ha causado el accidente. Tampoco cubre los daños si el siniestro ha ocurrido por mala fe, o bajo los efectos de sustancias estupefacientes, o si se conducía sin carnet.

Por este motivo, la mayoría de conductores suelen contratar un seguro a terceros, además de la cobertura obligatoria. Esta responsabilidad civil complementaria puede cubrir daños que obedezcan a circunstancias no recogidas en la obligatoria, tales como accidentes causados por la actuación indebida de los pasajeros o por la caída de objetos transportados, así como por su carga y descarga. En https://www.arpem.com/seguros-moto/ se pueden comprobar los distintos tipos de seguros que se pueden contratar habitualmente.

Qué incluyen los seguros a terceros

Además de la responsabilidad civil complementaria, estos seguros también cuentan con protección jurídica, incluyendo la defensa penal y la reclamación de daños. De esta manera, es la compañía aseguradora la que asume los gastos de las reclamaciones. Eso sí, es conveniente asegurarse de que la cobertura de reclamación de daños es como mínimo de 3.000 euros, para poder elegir al abogado que se prefiera.

Por otra parte, este tipo de cobertura ampliada suele incluir por defecto la garantía de asistencia en viaje. Las características de dicha asistencia, dependerá de cada compañía de seguros. Algunas ofrecen un servicio muy básico,con cobertura limitada a un número determinado de kilómetros, otras, en cambio, pueden ofrecer asistencia sin límite de kilómetros o incluso un vehículo de sustitución en caso de avería, accidente o robo. Incluso podría abarcar la asistencia a otros miembros de la familia, aunque no viajen en el vehículo asegurado.

Eso sí, todas las compañías incluyen automáticamente la cobertura de riesgos extraordinarios del Consorcio de Compensación de Seguros, tales como inundaciones, terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tempestades ciclónicas atípicas o caída de cuerpos siderales y aerolitos, que son los riesgos extraordinarios que recoge el Consorcio.

Además, cabe la posibilidad de ampliarel seguro a terceros con otras coberturas como rotura de lunas, incendio y robo. Este seguro a terceros ampliado puede llegar a ofrecer, incluso, una indemnización en caso de pérdida total del vehículo por accidente. Muchos usuarios se deciden por esta ampliación, ya que, no supone una gran diferencia en la cuota del seguro y realmente ofrece mayores garantías y coberturas en circunstancias ajenas a los conductores.

Cobertura a todo riesgo, qué es

Si el vehículo es nuevo, lo recomendable es contratar un seguro a todo riesgo. Si bien este tipo de seguros es más costoso, cubre los accidentes cuya culpa es del conductor del vehículo asegurado. Ahora bien, si el coche o moto tiene más de 5 años, no resulta rentable contratar este tipo de seguro, a menos sea un vehículo de alta gama, sea un conductor habituado a dar partes o se circule por lugares donde suela haber accidentes o pudieran ser susceptibles de algún tipo de catástrofe.

Este tipo de seguro incluye todas las garantías señaladas en párrafos anteriores y, además añade los daños propios, así como la rotura de lunas, un posible incendio y el robo. Con este tipo de seguro, el usuario está cubierto de todos los daños causados involuntariamente por el tomador del seguro en el vehículo y de los daños causados por otros o terceros.

Si no se quiere pagar una cuota muy alta, puesto que estos seguros suelen tener un coste elevado, existe la posibilidad de acordar con la aseguradora un gasto compartido en caso de accidente. Esto significa que se puede contratar un seguro a todo riesgo con franquicia, de manera que la prima a pagar se reduce considerablemente. Es una buena opción para quienes no quieren o pueden abonar una cuota muy alta por su seguro.

Otros factores a tener en cuenta a la hora de elegir el seguro del automóvil son, por ejemplo, el lugar de residencia. Alguien que viva en una zona rural, por ejemplo, debería valorar la contratación adicional de daños cinegéticos. Quien viva en la ciudad, igual estaría más interesado en contratar un seguro con garantía de robo o incendio. Y quien haga un uso esporádico del vehículo seguramente le basta con una cobertura básica.

Lo importante es no dejarse embaucar por las promociones y estudiar bien las condiciones del seguro antes de contratarlo. Eso sí, teniendo en cuenta el valor del vehículo y su antigüedad, así como el uso que se le va a dar, el lugar de residencia, quién va a conducir el vehículo, si es una sola persona o más, y todos aquellos aspectos que pudieran influir en el tipo de cobertura más adecuado.