La celebración incluyó una eucaristía en la Capilla de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados
Tras no haberse podido reunir en los últimos años debido a la pandemia del coronavirus, los Quintos del año 1964 de Ciudad Rodrigo y comarca (nacidos en el año 1943) han vuelto a retomar este viernes su tradicional encuentro anual, que en esta ocasión es doblemente especial, ya que, además de recuperarse tras la pandemia, están cumpliendo 80 años de vida en este 2023.
La treintena de personas asistentes al encuentro arrancaron la celebración en la Capilla de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (San José), con una eucaristía de acción de gracias presidida por uno de los miembros de la Quinta, el sacerdote Manolo Peláez, con la compañía de Isidro González Martín.
En los instantes finales de la eucaristía tomó la palabra uno de los quintos, Lauren Risueño, para realizar una reflexión en torno a sus 80 años de vida, evocando algunas cuestiones, como que en el año en el que nacieron se vivían “tiempos convulsos”, debido a la Segunda Guerra Mundial. Manolo Peláez retomó el argumento, mencionando también cuando jugaban a las chapas en el colegio, o la época de Carnaval.
Concluida la misa, todos los presentes, incluidos los sacerdotes, se situaron en las escaleras del altar para sacarse una foto de familia como recuerdo de la jornada. A continuación, se fueron a tomar algo por el centro histórico, antes de dirigirse a disfrutar de una comida de confraternización en el Restaurante Blanco. Durante la sobremesa, uno de los Quintos, Dávila, dio lectura a una poesía de su creación en torno a los 80 años que cumplen:
> VIVAN LOS QUINTOS DEL 64
¡Quién nos lo iba a decir,
que cumplidos los ochenta
y con ganas de vivir
celebraríamos esta fiesta
de nuestra mili imperfecta
las que aún estamos aquí!
-
Algunos ya nos dejaron
y en el recuerdo persisten,
no queremos estar tristes;
con sus viudas recordamos.
-
Disfrutemos de este día
con alegría e ilusión,
de aquella mili que un día
de nuevo hoy nos unió,
y que la <Virgen María>
nos dé su gran bendición.