Marcaje al hombre en el fútbol

Salvo alguna oleada que surgiera por ahí de pura casualidad, el marcaje al hombre habría desaparecido hasta el punto de que los equipos y entrenadores que lo practicaban últimamente eran considerados “antiguos”, “retrógrados”, “anclados en el pasado”, etc. Su alternativa, marcaje en zona, se convirtió en la mejor práctica posible e introdujo un marchamo de fútbol moderno. Un fútbol para futbolistas inteligentes que saben elegir.

Cuando entrené al Salmantino en Tercera División, a primeros de 1980, teníamos un utillero que era un espectáculo creando escenarios de diversión, yo diría propios de Mortadelo y Filemón y, de cuando en cuando, entrábamos todos en trance diciendo “paridas” sobre el fútbol y ciertos aspectos técnico-tácticos.

El recordado Julián repetía, con aquella risa contagiosa inolvidable, las alineaciones y tácticas de juego del Borussia de “Donus”; nos recordaba también que al balón hay que pegarle “de chanfle” y cuando podía nos hacía alguna demostración c su 45 “esparrabeao”… ; y que los marcajes al hombre deben ser muy disciplinados, “si el contrario va a mear, tú vas con él…”, no en valde el fútbol es un deporte de contacto. Pero la frase sublime que nunca podía faltar, suprema, con orla: “Fulano, marcando hasta el catre”… Y nos miraba a todos “de soslayo” como paladeando sus frases tan profundas…

Dudo mucho, ahora mismo, que esas “chanzas inocentes” que no hacían daño a nadie por su inocencia suprema y sin segundas intenciones, pudieran reproducirse en un fútbol de hombres. Lógicamente, menos en un ambiente feminista de sensibilidad histórica suprema. “Políticamente irrepetibles”. ¿Hasta el catre…?

Cuidadín, cuidadín, tendremos que acudir a la inteligencia artificial para limar los significados tendenciosos y quitarle todos los malentendidos. Así que, manos a la obra, habrá que encontrar otros argumentos, otra jerga, otros significados, para que nadie se sienta aludido negativamente y que el fútbol sea divertido aunque juguemos en serio...