Los conventos que puedes visitar en Salamanca sin salir de la ciudad
Conventos de San Esteban, Las Claras y Las Úrsulas
Con la llegada de septiembre la rutina vuelve a la vida de la mayoría de la población. Para muchos salmantinos ya han terminado las vacaciones, vuelta al trabajo y el cole para los más pequeños. Sin embargo, el buen tiempo anima a que, en la medida de lo posible, se siga disfrutando al aire libre de los últimos días del verano.
Por eso, Salamanca ofrece la posibilidad de realizar diferentes actividades y visitar lugares sin tener que desplazarse, lugares que tienen una gran historia detrás y a los que se puede llegar caminando, en bicicleta o en autobús cuando termine nuestra jornada laboral.
A continuación, te ofrecemos una lista de tres conventos que puedes visitar sin salir de la ciudad.
Convento de las Úrsulas
Este convento pertenece a la corriente franciscana y fue fundado por Sancha Maldonado entre las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XV, recibió la elección del monasterio por bula papal, emitida por Sixto IV hacia 1480. Ello fue acompañado de un cambio de advocación, pasando de ser Santa Úrsula a de la Anunciación de Santa María.
Algún tiempo después de su fundación, se formalizó un proyecto de ampliación financiado en parte por Alonso II de Fonseca, arzobispo de Santiago. La finalidad del proyecto fue dotar de una capilla funeraria de la fundadora en el interior del convento.
El Convento de San Esteban
Perteneciente a la orden de los dominicos, estos se asentaron en Salamanca, y en el año 1255 ya poseían la primera casa madre dentro de la plaza del Concilio de Trento. Esta vieja construcción fue demolida hacia 1524 para relanzar una nueva propuesta que continúa en pie.
El proyecto fue impulsado por Juan Ribero de Rada, Rodrigo Gil de Hontañón o Fray Martín de Santiago aunque fue el cardenal fray Juan Álvarez de Toledo el que asumió la dirección.
Convento de Las Dueñas
Fue fundado hacia 1419 por Juana Rodríguez Maldonado, la mujer de Fernando Alfonso de Olivera. Desde entonces se ha convertido en un enclave exclusivamente destinado al estudio y la oración.
La iglesia fue diseñada por fray Martín de Santiago con una única nave de estilo gótico y siete bóvedas de crucería.