La gran humillación… y las caras largas

El inicio de esta legislatura va a ser entretenida. Abogados, jueces, periodistas y políticos será los líderes de comentarios tertulianos en las televisiones. La prioridad será ellos, no la economía, el paro, la unidad nacional, la concordia, la prosperidad, el libre comercio. Y toda esta empanada dirigida por cuatro separatistas que imponen condiciones a un PSOE con su Sánchez a la cabeza, lo que quieran que se haga se hará. Pedro Sánchez y sus votantes creen que esto es progresismo y no lo es. Esto es una trampa mortal que pagaremos todos por la ineptitud de un presidente que solo quiere pasar a la historia, como el mayor cesionista catalán, el que despertó a Franco de la tumba, y el que descompuso la unidad nacional traída de los RR Católicos. Nos espera diversión... pero de la mala.

Se permite el vasco y el catalán y el gallego........... y lo que haga falta en el Congreso. Pero las universidades españolas están en segunda división en cuanto a producción científica, avances en la investigación y... Creo sinceramente que España ya se ha despeñado por el precipicio con esa frase que pasa a la historia. "Va como una moto" al ir sin frenos nos lleva a ser un estado fallido. Y resulta patético que una vez más sea el gobierno de Sánchez el que tire de la moto para llegar más rápido al abismo.

Crítica muy dura merece el proceder del Partido Popular, que en el último instante y al conocer el acuerdo de los socialistas con Puigdemont decidió romper sus pactos con Vox. No apoyarlos para conseguir un puesto en la Mesa del Congreso, no hizo más que presentar un centroderecha enteramente dividido. Feijóo entró ayer al Congreso con 172 escaños y salió con 139, que son los que consiguió la señora Cuca Gamarra. Un pésimo resultado para el día en que debía haber mostrado unidad constitucionalista, un centro unido ante unas cesiones anómalas.

Me entristece profundamente España. No es un buen para nadie, por mucho que se crean vencedores.