La artista salmantina que expone sus creaciones en Mallorca

Regresa Amelia García a la galería Dionís Bennàsar de Pollença con una muestra que, para la artista salmantina, es un ejemplo de implicación en su tarea de defender los derechos de la mujer a través de la naturaleza, la sororidad, el afecto y todo ello desde un lenguaje artístico bien conocido por los visitantes de esta exposición en la tierra donde Amelia García vivió y trabajó durante años.

Hasta el 7 de septiembre, Mujer, escultura y leyenda. Cuando el paisaje nos arropa será una oportunidad excepcional para regresar o descubrir a esta artista que empezó con la cerámica hasta convertirse en una escultora que funde en bronce sus exquisitas imágenes de mujer que se alzan como los árboles que rodean el río de su pueblo de origen. Valverdón, en Salamanca, el pueblo del pan, no solo es su cuna, sino el espacio donde la artista ha instalado su taller y asiste a los cambios de una naturaleza convertida en figura. Figuras armónicas, erguidas, abrazadas, empoderadas y bellísimas nos recuerdan la imagen de los árboles, fuertes y a la vez, flexibles en su proporcionada y exquisita fuerza. Son como la artista salmantina en la que resuena un discurso fuerte y repetido con el deje musical de su acento mallorquín adquirido tras los años en los que ejerció como profesora y directora de la Escola Superior de Disseny de Mallorca.

Artista salmantina

Nacida en el pequeño pueblo salmantino de Valverdón, influida por su madre y abuela, estudió en la Escuela de Artes y Oficios con el empeño de trabajar y ser independiente. El encuentro con Álvarez del Manzano marcó su entrega al arte y se doctoró con posterioridad en Bellas Artes, dedicada a la docencia y a la creación artística. Su trabajo ha sido expuesto en numerosas muestras individuales y colectivas y se caracteriza por un lenguaje original, marcado por la imagen humana estilizada y convertida en curva y en tejido bellamente labrado. Expresivas y austeras, sus figuras remiten al arte antiguo, a la escultura griega y a un empeño originalísimo de mostrar la belleza de los lazos afectivos, la individualidad de las figuras embarazadas, alzadas sobre sus hermosos pies anclados como raíces a una realidad que vive muy intensamente la escultura. Una escultura que remite no solo al estilo antiguo, sino a Brancussi, a Picasso, a Moore, y ya en Salamanca, a nuestra tradición escultórica, tan viva como las delicadas y a la vez, rotundas figuras de María Salud Parada.

Mediterránea de adopción, intensamente salmantina y vinculada con la tierra que la vio nacer y donde ahora ha instalado su taller, Amelia García es una artista de la que sentirnos orgullosos en esta Salamanca que vuelve a descubrirla. Su decisión de volver a la tierra que nunca dejó nos devuelve su arte tan reconocido en tierras mallorquinas que disfruta ahora de una muestra completa y definitiva. Una exposición en la que arropa a la artista este paisaje de río y ribera, de pueblo laborioso y de piedra dorada junto al mar, la montaña y la belleza fenicia de las islas baleares. Integradora, Amelia García no solo abraza en su obra el paisaje, sino la historia de la mujer junto al horno del ceramista, con el privilegio y el prestigio de la escultura en bronce. Una artista de la que sentirnos orgullosos y que sembró sus mujeres árboles en la plaza de su pequeño pueblo, semilla fértil de su entrega no solo artística, sino fuertemente comprometida. Espléndida, Amelia García, escultora.

Más información y entrevista con Amelia García pinchando aquí.

Charo Alonso.