La actuación de Eusebio, Pilar, Laura y Arturo abrió por todo lo alto la programación de las 'Noches de Cultura' que se desarrolla esta semana en Lumbrales
Escuchar a Mayalde es inundarse en el alma étnica de los olvidos imperdonables, de la mirada gris de aquellos sabios analfabetos que nos enseñaron todo lo que, desgraciadamente, ya casi no sabemos; nuestros muertos vivos, los que nos corresponden por herencia, naturaleza, por origen, por historia... por necesidad.
La plaza de la Barrera de Lumbrales, donde reposa el verraco desde hace décadas, donde quizás fue parido por aquellos vetones que dominaban el terruño en sus caballos, se llenó de autenticidad anoche. Fue, sin duda, el mejor entrante para el mes mayor, el de las fiestas de agosto, el del reencuentro con lo que queda de nuestras tradiciones. En una noche cálida y con la luna llena de testigo, Eusebio y Pilar, junto a sus vástagos, Laura y Arturo, (“los hijos hacen lo que ven hacer a sus padres”), se hicieron dueños del auditorio: no sólo pusieron al público de pie, incluso le hicieron bailar al son de pasodobles morunos o siguiendo el esperpéntico itinerario procesional al ritmo del Carracuca, el único testigo del robo de la custodia.
Mayalde es nuestra conciencia, el árbol centenario testigo de aquellos pueblos llenos de vida, de trabajo, de música y silencios, de baile y represión. Es nuestra cultura, el recuerdo de nuestra auténtica identidad, tristemente relegada por un mundo mucho más artificial, comercial y estrafalario.
Siempre nos quedará Paris, decía Bogart al final de Casablanca. Siempre nos quedará Mayalde, podremos decir nosotros. Porque Mayalde no sólo es el pasado nostálgico, también es el futuro si nos implicamos con ellos en el noble arte de seguir bailando.
Noches de Cultura
La actuación de Mayalde anoche abrió por todo lo alto la programación de las 'Noches de Cultura' que organizado por la Diputación de Salamanca, con la colaboración del Ayuntamiento de Lumbrales se está desarrollando esta semana en el capital de El Abadengo. Esta noche, la plaza de la Barrera se convertirá en sala de teatro al aire libre con la representación de la obra 'El Espantapájaros fantasma' de Mutis Teatro.
Mañana jueves, 3 de agosto, a las 22:30 horas, en el patio del colegio Liminares, se proyectará la película 'Los tipos malos' de Perifel. Para el viernes, 4 de agosto, a las 22:30 horas, está programado el espectáculo de baile y danza 'Charros y Gitanos' en la plaza de la Barrera. Por último, el sábado, 5 de agosto, habrá una nueva sesión de cine al aire libre con la proyección de la película 'Padre no hay más que uno 3', de Santiago Segura.
Además, durante toda esta semana está abierta al público en la planta baja del hogar del jubilado, la exposición de fotografía 'Los brazos de la dehesa' de Francisco M. Martín.