Cerca de 140 pueblos salmantinos no tienen el agua apta para el consumo, según el PSOE

"Ya son unos 140 pueblos de la provincia, uno de cada tres, en los que los niveles de plaguicidas y pesticidas que contiene el agua que sale por los grifos de sus viviendas superan o han superado ampliamente los índices permitidos, en algunos de ellos incluso los quintuplica”, ha denunciado en rueda de prensa el portavoz del Grupo Socialista en la Diputación de Salamanca, Fernando Rubio. Este hecho supone, ha lamentado, “que el agua no sea apta para el consumo humano” y los ayuntamientos se hayan visto obligados a recomendar a los vecinos que no la usen para beber ni cocinar.

Nueva normativa desde enero

La nueva normativa para el abastecimiento de agua potable impuesta por Europa entró en vigor en enero, y desde entonces “ni la Junta, ni la Diputación, que son los que tienen las competencias en esta materia, han movido un solo dedo para que este servicio básico e imprescindible se haya adaptado a dicha normativa”, ha recriminado Rubio al tiempo que añadía que "lo único que han hecho es echar balones fuera, culpar a Pedro Sánchez, como siempre, y no asumir ninguna de sus responsabilidades ni poner en marcha las medidas que hubieran evitado este desastre, no han hecho nada de nada y así siguen a pesar de tener las competencias expresas para ello”.

Por lo tanto, según el diputado socialista, "miles y miles de salmantinos no pueden a día de hoy beber el agua que sale por sus grifos porque contiene agentes nocivos, plaguicidas y pesticidas que son sustancias cancerígenas y altamente peligrosas para la vida y la salud de las personas , y la Junta y la Diputación siguen mirando para otro lado, ni están ni se les espera, tan solo parcheando un problema, con bidones y cisternas, cuando lo que hay que hacer es atajar y solucionar de manera definitiva en su origen”.

Necesidad de filtros de carbono

Para ello, ha exigido la puesta inmediata de un "Plan para instalar filtros de carbono en los lugares de distribución y suministro del servicio de abastecimiento de agua potable, además ampliar los análisis y los controles de agua y de cultivos para adaptarlos en tiempo y forma a la normativa pertinente, algo que tampoco se hace, ni se hacía”.

“Hace falta ponerse a trabajar ya, se necesita esfuerzo, efectividad, eficiencia e inversión para solucionar un problema muy grave, no puede ser que en uno de cada tres pueblos de Salamanca no se pueda beber el agua de forma normal”, concluía.