Cuando terminó el “Rosco” y al finalizar el programa, el presentador, Roberto Leal, desveló la M, efectivamente era Pilar Magadán
Días pasados en el exitoso programa Pasapalabra de Antena 3, y cuyo “Rosco” solemos ver, al filo de las 21 horas, pues suele ser atractivo y pedagógico, nos llevamos mi esposa y yo, salamantinos ambos, una grata sorpresa: una de las preguntas que el concursante quedó sin responder, y son gente muy preparada, era en la M, investigadora y difusora de folclore salmantino, ambos coincidimos, “Magadán”, por nuestra inolvidable Pilar, fallecida hace ya más de 7 años.
Cuando terminó el “Rosco” y al finalizar el programa, el presentador, Roberto Leal, desveló la M, efectivamente era Pilar Magadán.
Ello trajo a mi memoria una persona tan inolvidable como fue esta irrepetible investigadora e intérprete de la música popular salmantina. Ya que, Pilar, alumna del gran musicólogo charro Aníbal Sánchez Fraile, profundizó en el estudio de la obra de Francisco Salinas y de la irrepetible de Dámaso Ledesma, mirobrigense de pro y autor de un cancionero magistral.
Pilar, además, fundó el grupo Voces Blancas Salamantinas, que, con carácter experimental, deseaba acercar la riqueza de los cancioneros y el resultado de su propia investigación sobre el canto, la indumentaria y los principales instrumentos populares salmantinos, mediante recitales y trabajo de campo compartido con el grupo.
En diciembre de 1974, la Diputación de Salamanca le encargó la puesta en marcha de una Escuela de Instrumentistas Populares, en la que desarrolló una metodología para el aprendizaje de la gaita y tamboril salmantinos. Los resultados positivos fueron tan rápidos que en marzo de 1976, varios alumnos pudieron ilustrar (acompañando al grupo coral citado) el discurso de ingreso que, como miembro de número del Centro de Estudios Salmantinos (CES) pronunció Pilar Magadán en el Aula Francisco Salinas de la Universidad de Salamanca: La Canción Popular Salmantina universal y universitaria.
Además, Voces Blancas Salamantinas y maestros y alumnos instrumentistas, bajo la dirección de Pilar, grabaron cinco LPs con sus correspondientes libretos, que recogen la interpretación y análisis de una selección antológica de tonadas y tocatas salmantinas, todo ello bajo el patrocinio de la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca que en 1999 reeditó en CD estas grabaciones, ya como Caja Duero, titulado “Notas sobre la canción popular salmantina”, que es un libro síntesis cuyos trabajos fueron también publicados en El Adelanto, y en varias revistas.
En 1986, Ciudad Rodrigo le concedió la Encina Charra por su “labor en la Música Tradicional Salmantina”, y en 1991 el Pleno de nuestro Ayuntamiento la eligió como miembro del Centro de Estudios Mirobrigenses CEM, lo que siempre me agradeció, pronunciando su discurso como miembro de número del mismo en 1994, en el Claustro de la Catedral Mirobrigense titulado “El Santuario de la Peña de Francia y la Diócesis de Ciudad Rodrigo a través de la canción popular”.
Yo, en mi época de alcalde de la ciudad mirobrigense, no sólo impulsé la creación de dicho Centro de Estudios y la incorporación al mismo de Pilar, sino que tuve el inolvidable honor de tratarla y conocerla personalmente. Puedo decir que su dulzura, su bondad y su conocimiento de la música charra siempre me impresionaron profundamente. Por ello, aunque dudo que algún día se tome en cuenta, Pilar Magadan y otro ilustre mirobrigense como fue el padre Tomé, merecerían una calle con su denominación, para que no les olvidemos en su gran labor cultural, Cultura con mayúsculas, y amantes de las auténticas tradiciones populares.
Mi felicitación a los que seleccionan las preguntas del “Rosco” en Pasapalabra, por cierto, uno de los programas más vistos en televisión, con un Share, cuota de pantalla superior al 21%, por haberse acordado de tan insigne investigadora y para mí una de las mejores personas que he conocido en mi vida.