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El alma de las fiestas de San Buenaventura
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Moraleja | Vida en las peñas

El alma de las fiestas de San Buenaventura

Actualizado 16/07/2023 21:29
Adrián Martín

Las peñas y su acogida al visitante hacen única esta celebración que sus gentes hacen especial

La localidad cacereña de Moraleja está dando los últimos coletazos a las fiestas patronales de San Buenaventura que se han venido celebrando desde que el pasado miércoles dieran el chupinazo de salida. Desde entonces la algazara popular ha estado presente las 24 horas del día con una amplísima programación festiva orientada a todo tipo de gustos y edades.

Este año han estrenado la clasificación de Fiesta de Interés Turístico Regional gracias a la colaboración popular, que sin duda ha sido la principal seña de identidad para este tipo de registro.

El enjambre de peñas que dan vida a las fiestas de San Buenaventura no pasa desapercibido por nadie que visite esta localidad en los días de celebración. Por lo tanto, se merecen una mención especial que ya hicimos el año pasado y, que continuamos desgranando en este artículo con una decena de peñas, pues sería imposible hacerlo al mismo tiempo con el más del centenar de grupos que existen y, que iremos añadiendo año tras año si los moralejanos y moralejanas nos lo permiten.

Ciudad Rodrigo al Día se adentró en el corazón de la fiesta para ahondar y dar a conocer un poco la historia y anécdotas peñistas, en la que pudimos comprobar que realmente los moralejanos/as son gente especial y el porqué del éxito de esta celebración.

Nos abrieron las puertas la Peña “San Sacabó”, que tiene un piso alquilado desde hace 10 años en pleno recorrido taurino a las puertas de la Plaza de tientas, lo que facilita ver los encierros y los toros por las calles sin tener que molestarse en buscar sitio media hora antes de cada espectáculo.

Son una docena de socios que llevan juntos desde 1992, es decir hace 31 años, ya van haciendo la fiesta solamente por el día, pues según han ido pasando los años, la formación de familia y responsabilidades, sumado al paso de los años, la noche “ya no les es rentable”, (y no se refieren a lo económico).

Su especialidad son los pinchos elaborados con productos típicos ‘casándolos’ con exquisiteces como si de una alta cocina se tratase, mezclando sabores diferentes y maridando con buenas bebidas.

Esta peña tomó la iniciativa en el año 2010 de donar un toro para corriera por las calles y no solo en el coso taurino como se venía haciendo hasta entonces. Esta idea caló muy fuerte, desde entonces son varios los espectáculos taurinos callejeros que se llevan a cabo que otras peñas y colectivos han seguido haciendo desde entonces.

Peña San Sacabó

Peña “Los Sinte”, formada por una veintena de socios desde el año 2005 o lo que es lo mismo 18 años. Llevan diez años en el mismo techo, cosa que desde la creación de la peña hasta que se formalizaron un poco, no tenían peña ni techo que les cobijara, no les hacía falta, pues la calle era su hábitat natural durante los días de celebración de San Buenaventura.

Fueron pioneros en contratar una charanga para amenizar su peña y las vecinas, idea que caló profundamente y ahora se turnan otras peñas.

Peña Los Sinte

“El Suplemento”: Estos eran tantos que tenían otra peña con varios grupos de muchachos, por lo que tuvieron que crear un suplemento de peña para acoger a todo el grupo. Esto fue en el año 2002 (hace 21 años) poco a poco, El Suplemento fue la pieza fundamental de la agrupación, quedando 12 socios que tiran de ella desde entonces. Han tenido ocho locales diferentes.

Como curiosidad, son tantos socios como letras tiene el nombre de la peña; años atrás cada socio se hacía una camiseta con una letra y, al juntarse podía leerse el nombre completo de la peña; si faltaba alguno… había que poner un suplemento.

El alma de las fiestas de San Buenaventura | Imagen 3

“El Tarmazo”: ¡vaya tarmazo! tenían estos muchachos cuando empezaron a vivir ellos solos las fiestas de San Buenaventura con doce años. Son los 40 peñistas más jóvenes, (hoy ya treintañeros) con una peña de las más antiguas, pues la crearon en el año 2000 (hace 23 años).

Al principio les iban echando de todos los locales que iban alquilando por su exceso de ruido, hoy en día están más asentados, ya con cargas familiares y parejas.

Han donado dos toros para que disfrute todo el mundo, con eso se han ganado ya el prestigio de ser buenos peñistas pagando así sus alborotos de jovencitos, además de obsequiar a todo el que se acerque con paella y productos típicos de la zona.

Tienen muchas anécdotas que contar, pero no pueden hacerse públicas…

Peña El Tarmazo

“Las Tanguitas”: De las pocas peñas visitadas hasta ahora, que está formada solamente por féminas; son diez, todas moralejanas que formaron su peña en el año 2007 (hace 16 años).

Con doce y trece años decidieron hacer la agrupación solamente ellas. Con el paso de los años van dejando entrar a los chicos que conquistan su corazón, pero solo de acompañantes, las riendas las llevan ellas.

Han cambiado varias veces de local, este año han estrenado uno en la calle Clara Campo Amor. Antes sólo salían de noche. Los últimos años intentan compaginar el día con la noche, aunque cada vez se le hace más difícil, “ya saben ustedes… la edad no perdona”.

Peña Las Tanguitas

“20 conmigo“: Es la frase más popular en estos días cuando se sale, el número hace referencia a la cantidad de socios que son, llevan juntos desde hace 22 años.

Sus retoños, ya con la edad de 12 y 14 años quieren hacer su propia peña, por lo que en poco tiempo se van a quedar ellos solos; lo llevan mal y bien a la vez “Nosotros hicimos lo mismo con esa edad”.

Son todos caballistas y participan en el encierro de mansos que se hace al comienzo de las fiestas para enseñar a los bueyes el recorrido que tendrán que hacer durante los encierros del medio día.

Una noche fueron a buscar un Pony para que los niños montaran por las calles al día siguiente, pero la cosa no fue muy bien, se liaron por las peñas con el animal y terminaron dormidos junto al pequeño equino en la peña. ¡Donde mejor claro, no iban a dejar solo al animal!

Peña 20 conmigo

“El Alboroto”: Estos sí que pueden presumir de años, formaron la asociación en 1988, en la década prodigiosa, cuando todos tenían 14-15 años. Antes se llamaron “Oasis” y son amigos desde siempre sus 32 integrantes.

Siempre han tenido la misma sede en la calle Azorín 1. Una exposición de carteles desde que el Ayuntamiento comenzara en 1974 a anunciar sus fiestas de esta forma, adornan las paredes del local.

Lauri es el presidente desde que se fundó la peña, pero no puede hacer nada sin “Quique Patagoma”, José Antonio o Santiago el estanquero, que se encarga de que a nadie le falte tabaco estos días.

Organizan conciertos musicales en vivo y en directo con la música que a ellos les gusta. El vino de pitarra de la Sierra de Gata, el buen jamón y unas paellas espectaculares nunca faltan.

Peña El Alboroto

"SuperBeViente": Hace algunos años se llamaban los “Errantes”, pero ese nombre no les molaba mucho. Han jugado con el logo e iniciales de las fiestas, SBV de San Buenaventura a SBV de las siglas con el nuevo nombre de la peña. “Somos la peña oficial de la fiestas” apunta uno de los socios con una sonrisa de oreja a oreja.

Son 30 socios que llevan 15 años juntos (desde el año 2006), no tienen una sede fija, este año son vecinos del Alboroto, la anterior peña mencionada en la calle Azorín.

Es la peña más legal que existe porque dicen sus socios que no pueden pasarse en nada, tiene que estar todo súper legal; tienen la “mala suerte” de contar con un socio que es miembro del equipo de gobierno en el Ayuntamiento y para más inri, concejal de festejos además de otro antiguo edil, que también es socio, “en cuanto alguno se pasa ya lo saben en el Ayuntamiento” nos comenta de forma irónica unos de sus miembros.

Peña Superbevientes

"Las Antonias": Otra de las escasas peñas que nos hemos encontrado hasta ahora que está formada en su mayoría por mujeres. Son un grupo formado por 30 socios/as, pero el germen peñista eclosiona en 1998 (hace 25 años) cuando el grupo de 15 chicas que salían juntas se pusieron el nombre de Las Antonias para diferenciar la caterva de amigas.

No tiene una sede fija, van alquilando locales según van pasando los años, pero la muñeca Antonia a la que veneran siempre va con ellas.

Este año las hemos encontrado en la calle Gabriel y Galán 24, pero el año que viene habrá que buscarlas en otro sitio, porque dejan el alquiler para última hora. Así les va bien, pero un año se quedaron sin local para alquilar; no fue mucho problema, hicieron botellón y como Moraleja acoge a la gente de fuera, pues a ellas con más motivo, aunque mejor tener un lugar propio para descansar los pocos ratos muertos que tiene esta fiesta.

Con el paso del tiempo han ido dejando entrar a amigos y parejas, pero no a mandar. También invitan a los padres y pasan mucho tiempo con ellos, sobre todo a la hora de las comidas y cenas; es que “Las Antonias” ¡son muy formales!

Peña Las Antonias

“Los Tommy's”: Este grupo es de los más jóvenes que hemos visitado hasta ahora, pero que tiene pinta de que se va a consolidar por ellos mismos. La historia tiene algo especial y sentimental.

Son 14 socios y amigos desde que jugaban en el parque cuando apenas podían ponerse de pie, luego han seguido juntos en el colegio y jugado en los equipos de fútbol unidos hasta que los estudios les han separado, aunque se unen siempre que pueden.

El nombre de la peña ya lo tenían sus padres, pero los trabajos y la vida hicieron que el grupo desapareciera.

Son los retoños de estos quienes han querido retomar el nombre que sus progenitores decidieron poner hace 40 años el nombre de “Los Tommy's” a la peña desaparecida. Logrando juntar de nuevo a los padres ya bajo el mando de los hijos cuando entran en la peña. Se sienten orgullosos ambas partes por estar todos juntos de nuevo.

Los padres se ocupan de cortar jamón, chorizo y todo tipo de viandas que entren de paredes para dentro con el fin de repartir para todo aquel que se acerque al mostrador. No faltan auténticas paellas valencianas por tener gente que trabaja en la restauración en tierras alicantinas, tampoco faltará el pan, pues cuentan con un panadero profesional.

Al ser una peña al aire libre en un patio amplio, las fiestas nocturnas son el no va más.

¡Ah! una cosa importante; no admiten que las parejas de la nueva generación “meta las narices” en la gestión y toma de decisiones, esto es para que se mantenga la esencia que ellos tienen, porque se entienden con solo mirarse a los ojos.

Peñas Los tomas

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