El generoso río Tormes requiere algunos cuidados inmediatos

Me voy a referir en este artículo a un solo problema, puntual, no grave, pero tampoco leve, que lleva largos meses pendiente de ser arreglado y, quizás, como el criterio del responsable se guía por el juicio de “eso puede esperar”, le respondo que algo sea grave o gravísimo puede también llegar a serlo con el tiempo. Concreto los datos:

El problema al que me refiero está situado justo bajo el primer ojo del puente Enrique Estevan, en la orilla derecha, antes de cruzar dicho puente en la dirección salida de la ciudad. La caída de un tronco y sus ramas correspondientes le ha dejado atravesado a la corriente del agua, de tal modo que la parte derecha del río ha quedado bloqueada por dicho tronco, que obstaculiza completamente el fluir de las aguas. El estancamiento producido ha creado una masa inmóvil de agua, que con los largos meses que lleva formada, ya es similar a una charca sucia que en la actualidad tiene unos fuertes y malos olores y la creación de un hábitat de mosquitos que poco a poco se va extendiendo por toda la zona.

Teniendo en cuenta que la ubicación de esta “herida” de nuestro querido Tormes está en pleno centro de la Salamanca turística y deportiva, junto al carril bici y peatonal del paseo fluvial, es decir en un punto de desplazamiento por el que calculo moderadamente que pasa la mitad de la población salmantina deportista y muchos cientos de turistas y visitantes de nuestra ciudad, y teniendo también en cuenta que la reparación de este “trombo” fluvial no es en absoluto costosa ni en tiempo ni económicamente, creemos que no puede haber ningún motivo que retrase más su fácil solución, sobre todo estando a las puertas del cálido verano que aumentará la insalubridad del lugar.

Los miles de usuarios del parque fluvial le agradeceremos de corazón al nuevo Ayuntamiento salmantino esta pronta solución. La ecología, la biodiversidad, la sostenibilidad, la higiene ambiental, conceptos que rigen muchos proyectos ya en marcha en torno al Tormes desde ese Ayuntamiento, confluirán en esta mejora necesaria, que por humilde no debe ser menospreciada.

Y puesto que el título de este artículo también acoge alguna otra observación sobre ese Tormes que tantos servicios nos da cada día, me permito hacer aquí otra pregunta, que procede no de mis conocimientos ecológicos especializados ( que no poseo) sino de mi observación de ciudadano normal: ¿Toda la vegetación que está creciendo imparable, en estos últimos años, en todo el cauce del río, en mayor cantidad justo antes del Puente Enrique Estevan, no tendrá consecuencias negativas para el propio cauce y las aguas del Tormes?

Ojalá esta concreta pregunta esté formulada debido a mi ignorancia del complejo tema del equilibrio de los ecosistemas y la respuesta sea que no es preocupante.