En la procesión se contó con un estandarte del Grupo de Adoración Nocturna de Ciudad Rodrigo
Contando en este caso con la supervisión de agentes de la Policía Local, el Santísimo Sacramento también procesionó en la mañana del domingo en Ciudad Rodrigo por las calles del barrio de San Cristóbal, a la conclusión de la misa oficiada a mediodía en el templo parroquial del barrio, que fue presidida por el párroco, Rafael Caño, con la compañía de Joaquín Galán.
Rafael Caño fue asimismo el encargado de portar bajo palio la custodia del Santísimo Sacramento en el recorrido callejero, que siguió el esquema habitual de calles y altares. En este sentido, la comitiva salió por la calle San Cristóbal para alcanzar la calle Lorenza Iglesias, donde en la confluencia con la calle Valera estaba situado el primer altar. Tras la parada en el mismo, se completó el tránsito por la calle Lorenza Iglesias para girar hacia la calle Laguna y posteriormente hacia la Avenida de Béjar y la calle Cárcabas, donde había otro altar.
A continuación, se completó la calle Cárcabas, girando hacia la calle San Cristóbal para retornar al templo, a cuyas puertas estaba situado el tercer y último altar. En cada uno de esos altares, Rafael Caño depositó durante unos instantes la custodia del Santísimo Sacramento para rezar, inclinándose hacia la custodia el estandarte del Grupo de Adoración Nocturna que tomó parte en la comitiva.
Como conclusión de cada parada, los niños de Primera Comunión participantes en la procesión (un total de 6) arrojaron pétalos de flores a la custodia del Santísimo, que también cayeron sobre los bebés de corta edad que fueron colocados en cada altar (uno de ellos hizo la ruta completa), siendo bendecidos como manda la tradición por el Santísimo. La procesión finalizó con la entrada de nuevo al templo de todos los que aguantaron hasta la conclusión, donde se impartió la bendición final.