El látigo de la indiferencia

Bueno pues parece que la feria de las vanidades ha comenzado, y lo ha hecho con el primer principio de acuerdo de gobierno en la Comunidad Valenciana entre el Partido Popular y Vox al que seguirán, con seguridad, otros muchos.

Dicho principio de acuerdo tiene 5 ejes estratégicos, a saber: Libertad, para que todos podamos elegir; Desarrollo económico, para reducir gasto innecesario e impulsar la economía; Sanidad y servicios sociales, para reforzar la sanidad pública y los servicios sociales; Señas de identidad, para defender y recuperar nuestras señas de identidad; Apoyo a las familias, para fomentar la natalidad, seguridad y promoción de las familias. Unos ejes vacíos de concreción alguna y que por tanto podrían llegar a contener cualquier cosa. Tengo que reconocer que el que más me cuesta entender es el que dice defender y recuperar nuestras señas de identidad.

El caso es que aquellas líneas rojas de las que hablaba el Sr. Feijoó hace unos meses (para que no confundiéramos su ‘derecha popular’ con la ultraderecha) ahora son de un azul verdoso, todo ello como sacrificio público para que los ciudadanos, según el futuro presidente de la Comunidad Valencia, Carlos Mazón, puedan tener un gobierno sólido, duradero y estable.

Está claro que las cosas están cambiando. El de nuevo aspirante a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, hace 'virtudes' su rosario de delitos, victimizándose ante todos como un perseguido por una conjura fraguada por no se sabe quién. A Silvio Berlusconi se le ‘canoniza’ en la catedral de Milán y se rindes honores de jefe de Estado. Y para rematar esta retahíla de sinsentidos, el ególatra y esperpéntico Sr. Tamames, que hace tan sólo 3 meses presentaba una moción de censura al Presidente Sánchez de la mano de Vox, afirma en la Embajada Rusa durante la celebración de la fiesta nacional de ese país, que ‘Vox es una mierda’, textual.

¿Y en nuestra querida España? Pues la derecha va estableciendo ya principios de acuerdo en varios gobierno autonómicos y locales con un partido que no cree en las autonomías, ni en la Unión Europea. Que niega la existencia de la violencia de género y de la crisis climática.Que quiere expulsar a los extranjeros de nuestro país, anular los derechos a los colectivos LGTBI y el de los familiares de las víctimas de la guerra civil a enterrar con dignidad a sus muertos. Parafraseando a Benjamin Disraeli, el que fuera dos veces primer ministro del Reino Unido: Nada revela tanto el carácter de una persona (en este caso de un partido) como su VOX. Bueno él decía ‘voz’ pero no queda mal.

En estos tiempos convulsos, creo sería bueno recordar las palabras de Martin Luther King: Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.

Y también sería recomendable reflexionar sobre un texto que, aunque se atribuye al gran dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht (porque así lo juró y perjuró su esposa Helene Weigel) parece que el verdadero autor fue el pastor luterano, también alemán, Martin Niemöller, que con él quiso denunciar la indiferencia y la cobardía de los intelectuales alemanes que permitió el ascenso de los nazis al poder. Dice así:

“Primero se llevaron a los judíos, pero a mí no me importó porque yo no lo era / Luego arrestaron a los comunistas, pero como yo no era comunista y tampoco me importó / Más adelante detuvieron a los obreros, pero como no era obrero, tampoco me importó / Luego detuvieron a los estudiantes, pero como yo no era estudiante, tampoco me importó / Finalmente detuvieron a los curas, pero como yo no era religioso, tampoco me importó / Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde"

Sustituyan las palabras ‘judíos’, ‘comunistas’, ‘obreros’, ‘estudiantes’ y ‘curas’ (en el orden que quieran) por ‘musulmanes’, ‘inmigrantes’ ‘homosexuales’, ‘lesbianas’, ‘transexuales’, ‘ateos’, izquierdistas’, ‘independentistas’, ‘defensores del aborto’ ‘luchadores por conservación del medioambiente’, ‘sin techo’, etc. ¿A que resulta inquietante?

La indiferencia es síntoma de una grave enfermedad que se llama conformismo, inmovilidad, desinterés o resignación, como ustedes gusten, que solemos padecer cuando creemos estar seguros de no formar parte de ninguno de esos grupos de personas a los de arrestan, detienen, marginan, persiguen... pero, tan vez cuando nos demos cuenta ya sea tarde y los demás nos castigarán con el látigo de su indiferencia.

El escritor británico Ken Follett escribió: Los miembros de esta generación tendremos que lamentarnos no solo por las palabras y los actos odiosos de las malas personas, sino por los clamorosos silencios de las buenas.