“Me apunté para salir con mi sobrino hace diez años y ahora ha llegado este momento tan deseado”

Son, sin duda alguna, los protagonistas absolutos de la tradición más única de la ciudad textil. Justa Hernández, Paula Montesinos, Mario Sánchez, Víctor Peñalver, Victoria Sánchez y Benjamín Hernández son los seis integrantes del cortejo de Hombres de Musgo que desfilarán este 11 de junio. Hemos hablado con Benjamín, que, junto a su sobrino, cumplirá con este honor tras diez años de espera.

¿Cómo están siendo los días previos?

De momento bien, tranquilo, aunque imagino que según vaya llegando el día 11, tendré un hormigueo en el estómago.

¿Por qué te apuntaste para ser Hombre de Musgo?

Pues yo salgo por mi sobrino (ríe). En su día, cuando él era pequeño, su padre salió vestido de Hombre de Musgo y le impresionó. Desde entonces siempre quiso ser uno de los que salían en la procesión. Hace diez años nos apuntamos y hasta ahora no nos habían llamado, y ahora, a ver qué tal nos sale el desfile del domingo del Corpus.

¿A quién de los dos le hace más ilusión salir en la procesión?

Ahora me hace más ilusión a mí, porque llevo los últimos años siguiendo de cerca la procesión. Me gusta la fotografía y he visto este día siempre a través del objetivo de mi cámara, y este 2023 me toca vivirlo desde el otro lado, en primera persona.

Benjamín, ¿crees que conocer la procesión al haberla seguido de cerca como aficionado a la fotografía es una ventaja a la hora de desfilar?

Bueno, nunca se sabe. Es cierto que he visto el proceso de vestirse con el musgo, conozco el recorrido, pero no es lo mismo. También en estos días, un primo mío que salió en su momento hace unos años me ha dado algunos consejos y, por ejemplo, él lo pasó mal porque coincidió con un día muy caluroso, que si te digo la verdad es lo que más “temo” entre comillas. Luego imagino que los nervios serán diferentes, este domingo estarán a flor de piel.

En tu caso se da la circunstancia del conocido refrán del cazador, cazado….

Pues sí (ríe) esta vez voy a ser yo el centro de muchas fotografías y es algo muy bonito, no deja de ser un momento en que Béjar se muestra al mundo y acapara todas las miradas. Aunque si te digo la verdad, se me da mejor estar detrás de la cámara (ríe). Pero seguro que lo llevaré bien y además será una forma de que el recuerdo perdure en el tiempo.

Antes me decías que te han dado varios consejos para afrontar este reto ¿no?

Sobre todo, me han hecho incidencia en el calor, que será importante ir hidratándose durante toda la procesión, porque es larga, van a ser muchas horas con el musgo puesto y cargando con un peso importante, sobre unos 20 kilos o así me han comentado. Luego, por ejemplo, el atado es otro elemento del que me han hablado, porque al final las cuerdas tienen que ir con cierta fuerza para sujetar bien el musgo… Al final cada persona somos un mundo. Una parte muy positiva es que además de mi sobrino, conozco a los que este año nos vestimos de musgo y seguro que eso ayuda a hacer más llevaderos los momentos donde el cansancio se empiece a notar para cumplir con nuestra parte y hacer brillar este día tan especial para la ciudad.

¿Qué supone para un bejarano participar en nuestra fiesta más especial y única?

Para mí es tan importante como el día de la patrona, de la Virgen del Castañar. Hace unos años tuve el privilegio de cargar con ella, y ahora me toca ser Hombre de Musgo. Quizás lo de este domingo tiene un halo más personal, al hacerlo con mi sobrino, con parte de mi familia, hace que vaya a ser un recuerdo que tendré para siempre en mi mente.

Recrear la leyenda con un traje único

El proceso de vestido de los Hombres de Musgo es sin duda, uno de los momentos más singulares y que más curiosidad genera tanto en los vecinos como en los turistas que ese día se acercan hasta la localidad textil al sur de la provincia. Durante los días previos al 11 de junio, el musgo se expondrá en el claustro bajo del Convento de San Francisco, para su secado y que esté en optimas condiciones para la mañana de ese domingo. A las 9:00 de la mañana comenzará el proceso, en que varias personas con años de experiencia, irán colocando el musgo sobre el cuerpo de cada persona, de uno en uno, agarrando con cuerdas los trozos de este elemento natural, tapando cada recoveco, piernas, brazos y tronco. No faltará, en uno de los brazos, el garrote característico de los Hombres de Musgo, que culmina un laborioso proceso que suele durar unos 45 minutos por cada persona. Desde ese momento, los seis elegidos comenzarán a vivir esta experiencia, en la que durante más de 5 horas se convertirán en la leyenda bejarana para dotarla de vida, una vez más.