Recemos por el Papa

Tras la renuncia de Benedicto XVI, y durante el cónclave, el 13 de marzo de 2013, Jorge Bergoglio fue elegido Papa. Adoptó el nombre de Francisco y desde su primera aparición emocionó a sus feligreses, a quienes pidió: “Recen por mí”.

Y con ese ruego termina todas sus intervenciones públicas: “Recen por mí”. En esa petición hemos de incluir, por supuesto, la salud del Pontífice. En su juventud, concretamente a los 21 años, una enfermedad hizo que fuese sometido a una operación quirúrgica en la que le fue extirpada una porción de pulmón. La única preocupación, fruto de esta operación, sería una disminución en la reserva de la respiración si llegara a padecer una infección respiratoria. Recientemente tuvo que ser ingresado en el hospital por una infección de este tipo.

En los últimos tiempos, hemos sido testigos de los sufrimientos que le han causado sus rodillas, con operación quirúrgica incluida.

El Papa Bergoglio ha sufrido una estenosis diverticular sintomática del colon que le causaba un dolor abdominal recurrente e inflamación del colon, por lo que la tarde del 4 de julio de 2021 fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma para ser sometido a una cirugía programada de colon con el fin de reducir los problemas causados por los divertículos. Estos divertículos lo han llevado hace dos días a una nueva operación, que ha tenido un buen resultado. Superados los efectos de la anestesia, el Papa le preguntó al cirujano con su natural buen humor: “¿Para cuándo será la tercera?”. Pero el buen humor no impide la necesidad de la oración por él.

Aparte de la principal tarea del Papa, la de la evangelización del mundo, que constituye su mayor preocupación, el Pontífice se ocupa especialmente de colaborar en la superación de situaciones de guerra en los países del mundo entero más afectados. Está especialmente dedicado a la superación de la guerra entre Rusia y Ucrania. En los primeros momentos de la invasión, se acercó personalmente a la embajada de Rusia en Roma. Recientemente ha enviado al cardenal Matteo Zuppi, con el encargo de procurar conseguir un pacto de paz entre los dos países, aunque parece que no ha conseguido en la práctica el objetivo pretendido.

La preocupación principal del Papa es la evangelización de todo el mundo. Para esa tarea quiere comprometer a todos los cristianos y bautizados. Insiste en la necesidad de todos de implicarse como discípulos misioneros. Para que todos, incluidos los laicos y aun las mujeres, se sientan empeñados en la tarea, el Papa Francisco nos ha convocado a participar en un Sínodo general, en el que llevamos trabajando desde 2021 y que continuará en 2023 y 2024, con asambleas en Roma, en las que participarán, incluso con derecho a voto, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, y laicos, sin excluir a las mujeres.

El Papa sabe que hay gente que no entiende o no acepta los modos de participar en las sesiones del Sínodo y, por ello, pide constantemente oraciones a los cristianos. El día 31 de mayo, fiesta de la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, participamos en la oración universal mariana, solicitada por la secretaría del Sínodo, cristianos de Salamanca y Ciudad Rodrigo, acudiendo al santuario de la Virgen de la Peña de Francia.

Que Dios acompañe y fortalezca a nuestro Papa Francisco con la asistencia del Espíritu Santo.