Graduaciones

Gracias por la invitación y sobre todo por la educación y cuidado de mis tres hijas. Aquí es por la tercera, que en clase a lo mejor agradecisteis la mascarilla. Un poco crítica la niña.

Fuí alumno del Calasanz en tiempos de Aquiles, Ulises y Héctor domador de caballos. Es por avergonzar un poco a mi hija que me llama peliculero cuando está suave. Padre Eloy, Antonio Lora, Enrique Sánchez,…Otros padres y madres hay de la época creo. Ahora religiosos quedan Eloy, Manel y Juliao… Tengo un gran recuerdo y resalto el internado, creo que es extrapolable a hoy.

Pero la educación integral a mis hijas es lo que más me conmueve. Confiamos al carisma de Calasanz lo más valioso, nuestras hijas. En los tiempos que corren la fidelidad a principios, espiritualidades, filosofías y referentes de vida deben ser flexibles y de coherencia quizá un poco descafeinada. Pero se necesita algo más que Youtubers. Educadores y padres tenemos mucha competencia ideológica a veces no bien intencionada. Es bueno ir juntos y apoyarnos, por si os quedan más hijos en el colegio.

Me quedo con el buen trabajo de los profesores, me picaba que mis hijas a veces tuvieran más confianza con ellos que conmigo.

Las han preparado para la EBAU pero las han acompañado un importante trayecto de su vida. Me gusta que hayan sido exigentes y sobre todo humanos y cariñosos cuando lo han necesitado. No se puede olvidar el acompañamiento emocional.

De aquí han salido iniciados para hacer la sociedad más justa desde sus futuras profesiones.

Llevan también un bonito grupo de amigos y amigas con los que han jugado, hecho deporte, viajado, reído, llorado y que se recordarán siempre. Yo creo que algunas madres también han hecho piña y los padres seguimos un poco más ausentes. Muestra de una sociedad que mejora lento.

Lo más importante en mi vida es ser padre. Pero ser educador del proyecto ecosocial de Santiago Uno dentro de la presencia escolapia de Salamanca creo que ha ayudado a mis hijas a valorar lo que tienen y tener una mayor responsabilidad social y ecológica que han compartido algunas de sus amigas. Gracias a los chicos de Santiago Uno y de Marruecos por abrirles un poquito más los ojos y el corazón. No tengáis miedo a tender puentes y convivir con personas de otras culturas y colectivos vulnerables. Convivir en diversidad enriquece. Suerte chicos y que el espíritu de Calasanz os acompañe.

Viernes graduación de bachillerato de mi hija pequeña Clara y sábado graduación en psicología de mi hija Beatriz.

Es un orgullo para un padre que se vayan formando para ser útiles a la sociedad. He ido viendo como me han superado en todo.

Esta semana también la mayor Paula ha empezado a trabajar como médica en Gijón.

Es un pequeña muestra que las nuevas generaciones nos mejoran.

Llegan tiempos distintos, el llamado nido vacío. La motivación ahora es ver la evolución de mis hijas y de los alumnos.

Acompañar a los padres en la recta final es otra obligación moral. En mi caso mi padre ya nos abandonó. Pero queda mi madre para poder ayudarla a disfrutar los últimos años.

Es complejo orientarse actualmente entre tanta información y cambio.

Yo conocí la televisión en blanco y negro, mis padres vivieron gran parte de su vida sin televisión. Los saltos intergeneracionales han sido brutales y serán.

Nos creemos modernos con nuestros padres pero muy antiguos con nuestros hijos.

Cambian las relaciones de pareja, la forma de amistad y el concepto de familia.