“No me pienso jubilar nunca como voluntaria, me da mucha satisfacción y vida”

Quienes la conocen saben que es un verdadero todoterreno, un torbellino al que nada ni nadie es capaz de parar, algo que hoy, 17 años después de comenzar su aventura como voluntaria de Cruz Roja, y a sus 74 años, sigue tal cual era al inicio.

Así es Ana María Sáez Sánchez, integrante del voluntariado en la Asamblea Comarcal de Cruz Roja para Peñaranda y una de las más antiguas del equipo, algo que la ha llevado a ser reconocida por el organismo a nivel nacional y provincial por su entrega desinteresada con esta causa.

Una aventura que arrancaba cuando ponía punto y final a su andadura laboral, y es que Ana María comenzaba a trabajar a los 12 años repartiendo leche por las casas de Peñaranda, tras lo que iniciaba su andadura en las fábricas de calzado de la ciudad y posteriormente al frente del mítico establecimiento ‘Regalos El Cielo’ en la calle Félix Mesonero (calle Bodegones) y de ahí a la pastelería de un familiar, hasta llegar a una más que merecida y esperada jubilación. Horas, días y años de mucho esfuerzo que la llevaban a curtirse en una vida solo contada por aquellos que tienen espolón y no poco bagaje vital y kilómetros a la espalda y andados.

Un momento, el de llegar al final de tu camino profesional, que suponía un esfuerzo vital, ya que para nada quería quedarse parada o sentada en el sofá de su casa todos los días y sin hacer nada. “Cuando deje de trabajar no paraba de darle vueltas a la cabeza queriendo hacer algo…me acorde que mi madre tenía el sistema de Teleasistencia y no me lo pensé, me hice voluntaria de inmediato” una decisión de la que asegura ser “una de las mejores de su vida” y que ponía ante ella un nuevo camino de retos, siempre con la ilusión y la fuerza que han caracterizado a ‘Anamari’ como todo el mundo la conoce.

Tal fue su primer impulso al llegar a la asamblea comarcal de Cruz Roja, que tan solo dos años después de su incorporación a los equipos se convertía en referente en captación de fondos, dedicándose a recorrer los pueblos, dándole un gran cambio a la venta de lotería y fomentando desde la cercanía la llegada de nuevos socios, algo que, no sin poco esfuerzo, y junto a un grupo de voluntarias que hoy son casi familia, llevaron a la Asamblea de la zona a ser la primera de toda España en este área. “Recuerdo que íbamos puerta por puerta moviéndolo, era algo muy bonito y especial…mira cómo será que hubo un año que llegamos a vender así 16.000 euros de lotería” recuerda Ana.

Una labor que se ha mantenido incasable durante todos estos años, y es que tal y como explica “para mi es toda una satisfacción ser voluntaria, dedicar mi vida, mi día a día, a trabajar por la gente y con la gente. Tengo mil anécdotas de tantos años en los pueblos y estando en la calle” y añade que en la actualidad “me sigo encargando de diferentes actividades en Peñaranda, Macotera o Campo de Peñaranda, además del servicio de control de Teleasistencia, llegando a realizar más de 200 llamadas en un mes, simplemente para ver como están y cómo les va la vida a los usuarios, algo que te lo agradecen de todo corazón”.

Una labor incansable que ha sido reconocida en una emocionante sorpresa que la ofrecían en la sede peñarandina. “Se suponía que iba a una reunión, pero nos sentamos a ver si había videos de agradecimiento y ninguno llegaba…tras ello comenzaba a entrar gente a la sala en la que estaba, entre los que se encontraban responsables de Cruz Roja nacional y provincial…no puedes imaginarte la sorpresa al verlos a todos y recibir ese diploma de agradecimiento…esto no lo voy a olvidar en la vida”.

Tantas vivencias que, 17 años después, no han mermado para nada su ilusión, algo que, al preguntarla por su retirada, conteste de manera rotunda: “No me pienso jubilar de esto nunca".

"En lo que pueda desde luego que seguiré adelante” asegura Ana María, quien hoy se ve resentida en salud, haciendo difícil el poder estar caminando y de un lado a otro como lo hacía antes pero a pesar de esto asegura rotunda que “voy a tirar para adelante trabajando en ello, da mucha satisfacción”.