San Isidro logra llegar por una ruta alternativa a la Glorieta del Árbol Gordo para bendecir los campos

Algo menos de veinticuatro horas después de procesionar por el Arrabal del Puente, San Isidro Labrador volvió a salir a las calles de Ciudad Rodrigo en la mañana del lunes, en este caso en el barrio de San Andrés, que siempre conmemora al patrón de los campos en la jornada en la que aparece en el calendario litúrgico, con la particularidad de iniciar los actos de celebración por la propia procesión.

De este modo, escoltado por un tamborilero (que interpretó en ese instante el Himno de España), el estandarte de la Cofradía y los mayordomos de este año, Javier García Cenizo y Ascen Garduño Martín, San Isidro Labrador salió puntual al mediodía de la Iglesia de San Andrés, seguido por el párroco Tomás Muñoz Porras, el sacerdote Víctor Manuel Sevillano, el alcalde Marcos Iglesias, los ediles Beatriz Jorge Carpio, Ramón Sastre, Carmen Lorenzo y Jorge Labajo, representantes de la Policía Local y la Guardia Civil, y un amplio número de fieles.

Manteniendo la tradición, San Isidro Labrador puso rumbo a la Glorieta del Árbol Gordo, donde la Parroquia de San Andrés realiza siempre la bendición de campos, aunque debido a las obras de la Avenida de España y el Campo de Herradores, hubo que ir callejeando por una ruta alternativa para llegar al destino, por la calle San Antón, Los Caños, San Fernando y Santa Clara.

Como resaltó Tomás Muñoz Porras, en esta ocasión no sólo se ha aprovechado esta jornada para pedir por los campos bendiciéndolos, sino también para solicitar que llueva. Concluida la bendición en la Glorieta del Árbol Gordo, se regresó a la Iglesia de San Andrés, siendo escoltado todo el recorrido callejero por agentes de la Policía Local. Una vez finalizada la procesión, se ofició una solemne eucaristía en el templo parroquial.