José Luis Miguel 'Jerry': “El ministerio sacerdotal es una vocación que te aporta una riqueza muy grande”

José Luis Miguel, más conocido como “Jerry”, es religioso de los Reparadores, burgalés de nacimiento, pero pasó su infancia en la Ribera del Duero, en Olmedillo de Roa, su pueblo. Este año celebra junto a la Diócesis de Salamanca sus 25 años de sacerdocio, tras ser ordenado en Alba de Tormes el 9 de mayo de 1998.

José Luis fue ordenado presbítero en la capilla del Seminario San Jerónimo de Alba de Tormes por el entonces obispo de Ciudad Rodrigo, Julián López

Desde su ordenación ha desempeñado su labor pastoral por toda España, ya que como él mismo detalla, “como religioso que soy, vamos de comunidad en comunidad, nos van trasladando nuestros superiores “. En cuanto a su vocación, cree que es similar a la de muchos otros niños de los pueblos de Castilla: “Cuando terminábamos primaria en la escuela del pueblo, nuestros padres buscaban un sitio para continuar con nuestros estudios, y yo fui a un colegio de los Reparadores, en Venta de Baños, en Palencia”, describe.

No estaba muy lejos de su casa, “y después, hice el bachillerato en los Reparadores de Alba de Tormes“. “Jerry” precisa que la vocación va surgiendo también de convivir con ellos, “vas dando pasos, y en un momento dado, hice el postulantado, después, el noviciado, y profesé”. Su primer paso fue incorporarse a la comunidad de Salamanca, y estudió en la Pontificia tres años, “después hice una experiencia comunitaria, que es algo habitual en los Reparadores”. Y se fue hasta Valencia, “y allí trabajé en un colegio universitario que teníamos, y en una parroquia”.

Estudió Trabajo Social

Allí estuvo tres años, en los cuales también estudió Trabajo Social en la Universidad de Valencia, “y cuando terminé, volví a Salamanca, y concluí la Teología”. Sus siguientes pasos le llevaron de nuevo a Alba de Tormes, “trabajaba con los chavales en la enseñanza, y allí me ordené de sacerdote”. Y volvió a Valencia, ya como presbítero, “a trabajar a la parroquia, donde estuve cinco años”.

Tras esa experiencia, “Jerry” volvió a Salamanca, al mundo de la enseñanza, pero al poco tiempo, fue enviado a Venta de Baños para centrarse en la formación en el seminario. Desde allí, se trasladó a Torrejón de Ardoz, en Madrid, “de nuevo a trabajar en una parroquia”. En 2020 regresó a Salamanca, y desde entonces es el responsable de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, del barrio de San José.

En estos últimos años, marcados por la pandemia, José Luis también ha estado implicado en el mundo de la enseñanza, y da clases de alfabetización en el barrio. Entre sus aficiones está la guitarra eléctrica.

“Abrazar retos y esperanzas”

A modo de balance de estos 25 años de sacerdocio, “Jerry” cree que a lo largo de la vida se tienen interrogantes, “nuestros momentos, nuestras preguntas, y a la vez, pues abrazar otros retos y esperanzas”. Para él, el ministerio sacerdotal es una “vocación”, “que cuando la sientes o la vives y das el paso, te aporta una riqueza muy grande, y sobre todo, muchas posibilidades”.

Dentro de esta labor, subraya la importancia de compartir la buena noticia de Jesús, “en aquellos lugares donde estás, que no siempre tienen por qué ser típicamente pastorales o parroquiales”. Junto a las parroquias, José Luis siempre ha estado unido a la enseñanza, “siempre entiendes que con tu vida eres signo de luz, y signo de Jesús“. En su caso, siente que Dios, “nos ha elegido para esto, y vamos a hacerlo”.

A José Luis Miguel le ha enriquecido siempre caminar en el ministerio junto a los sacerdotes diocesanos, “y yo aún siendo religioso, siempre me he sentido acogido“.