Los últimos descubrimientos sobre el cerebro y sus conexiones

La semana pasada varios medios de comunicación dieron la noticia de los resultados de las últimas investigaciones sobre el cerebro humano y sus conexiones neuronales en el organismo. Gordon y col. ha sido el equipo de científicos que publicó sus resultados en la revista Nature. Escribe el investigador: “…La sorpresa fue encontrar tres pequeñas zonas clave intercaladas entre las áreas de control motor de cara, boca y manos que no se activaban cuando el individuo movía una parte del cuerpo, sino cuando pensaba en ello”.

En resumen, estos nuevos descubrimientos de nuevas estructuras neuronales cerebrales, suponen un paso más, decisivo, en la comprensión de cómo actúa el cerebro, dejando, en parte, atrás las investigaciones de Penfield y su “homúnculo” (una representación gráfica en la que Penfield integró sus investigaciones que relacionaban movimiento de una parte del cuerpo con una zona del cerebro) Las estructuras neuronales cerebrales nuevas, descubiertas por Gordon tienen las funciones no solo del control voluntario de las respuestas motoras del organismo, sino de los movimientos involuntarios (como la presión sanguínea o el ritmo cardíaco) dando lugar a conceptos nuevos como el concepto de cognición corporeizada, o el concepto de red de acción somatopsíquica (SCAN por sus siglas en inglés): el cuerpo y el cerebro forman un TODO de interconexiones y funciones.

De tal manera que los pensamientos y el lenguaje tampoco son ajenos a las estructuras y funciones cerebrales en su control y conexiones con todo el organismo. Por primera vez la ciencia puede hablar de una unidad mente-cuerpo no como una hipótesis sino como evidencias físicas.

Entrando los pensamientos en las estructuras biológicas nuevas halladas y sus conexiones con otras áreas corticales, el lenguaje forma parte también de lo físico neuronal. Este es un cambio que, intuido por otras teorías desde hace más de un siglo, como el psicoanálisis, la medicina psicosomática y otras teorías orientales, ahora abre nuevas perspectivas en la investigación y en las terapias en psicosomática y en psicopatología.

No podemos olvidar en estos momentos el trabajo de Sigmund Freud, de 1895, Proyecto de una Psicología para neurólogos”, en el que anunció un futuro en el que sus teorías psicoanalíticas se sostendrían en las bases neurológicas subyacentes. Este futuro anunciado por Freud se inició con las neurociencias, de las que él partió como neurólogo.

Aunque a la humanidad le haya costado muchos siglos desprenderse de la escisión entre lo físico y lo psíquico, entre la mente y el cuerpo, en su visión del ser humano, los científicos y profesionales que no venzan desde ahora sus resistencias a pensar en el sujeto humano como un todo, se descubrirán a sí mismos caminando contra el tiempo y contra el avance de las ciencias.

Para toda la humanidad se abren esperanzas de nuevos avances en la comprensión de las complejas interacciones entre las funciones psíquicas y las estructuras biológicas.