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Muere el Pregonero Mayor del Carnaval del Toro 1990, Fernando Sánchez Dragó
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Muere el Pregonero Mayor del Carnaval del Toro 1990, Fernando Sánchez Dragó

Actualizado 10/04/2023 16:05
David Rodriguez

En su intervención en el Cine Madrid, resaltó que el de Ciudad Rodrigo era “el único Carnaval Ibérico que nos queda”

En la mañana del lunes falleció a los 86 años de edad, de forma repentina, el controvertido escritor Fernando Sánchez Dragó, que tiene una vinculación con Ciudad Rodrigo, ya que fue Pregonero Mayor del Carnaval del Toro en el año 1990, cuando la disertación se pronunciaba todavía en el Cine Madrid (en aquel momento el Teatro Nuevo estaba en obras).

Según lo definió el entonces alcalde Miguel Cid Cebrián en el Libro del Carnaval de ese año 1990, Fernando Sánchez Dragó era un “importante hombre de letras, prolífico en estudios y publicaciones, excepcional portador de la lengua y cultura españolas por las más variadas y lejanas ciudades del planeta y activo colaborador en distintos medios de comunicación social”, asegurando que existía “una gran expectación” por escucharle dar el pregón.

Como se recuerda en el resumen del Carnaval 1990 elaborado por Santiago Vegas Hernández para el Libro del Carnaval del año siguiente, aquel acto del Pregón Mayor en el Cine Madrid fue abierto por Leopoldo Gómez Castaño, tras lo cual entró en escena la Corte de Honor, encabezada como Reina por Marta Pérez de Burgos Rubio, quién prestó su brazo a Fernando Sánchez Dragó.

La edil del Consistorio María del Carmen Vicente presentó al pregonero, quién para empezar pidió disculpas por su falta de conjunción en el vestir. El caso que Sánchez Dragó pensaba que este pregón del Carnaval era algo más ‘informal’, teniendo incluso que prestarle una corbata un trabajador del Parador de Turismo de Ciudad Rodrigo.

En la parte inicial de su pregón, se centró en el significado etimológico de la palabra Carnaval, situándolo entre las fiestas de antruejo y brujería, ya que la máscara se utilizaba para alejar los espíritus malignos, y en el momento de pronunciarse el pregón, por el deseo de cambiar, de mejorar, de rebelarse contra la existencia cotidiana y romper con las rutinas.

Fernando Sánchez Dragó evocó la pérdida del Carnaval en tiempos cercanos, indicando que sólo se había conservado en Ciudad Rodrigo, ante lo cual lo definió como “el único Carnaval Ibérico que nos queda”, añadiendo que “los demás son una burda imitación, son carnavales mito, fiestas falsas que, excepción hecha de Ciudad Rodrigo, nada tienen que ver con su verdadero sentido”.

A continuación, Sánchez Dragó habló del Carnaval como esencialmente cristiano, siendo lo profano permitido por los eclesiásticos como explosión para un adentramiento pacífico en el período cuaresmal. Asimismo, habló del antruejo y su significado, definiéndolo como “venganza de la cuaresma y antesala de la primavera”.

Declarándose admirador del Carnaval de Ciudad Rodrigo, Fernando Sánchez Dragó cerró su pregón con un “mirobrigenses... al toro”, que dio paso a un banquete-baile en homenaje a la Reina, Damas y el pregonero, al que también asistieron las autoridades presentes en la cita, todo ello en la tarde-noche del Viernes de Carnaval de aquel año 1990.